AGENCIAS
EE.UU. ha retomado el negocio de contrabando
que antes estuvo en manos del Estado Islámico (EI) en Siria. Así lo afirma el
Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, asegurando que el país
norteamericano se apodera de instalaciones petroleras pertenecientes al
Gobierno de Bashar al Assad.
«Estructuras estadounidenses en Siria se
mantienen saqueando instalaciones petroleras y yacimientos propiedad del
legítimo Gobierno sirio al este del Éufrates», aseveró este lunes el jefe de la
Dirección General de Operaciones del Estado Mayor de Rusia, el coronel general
Serguéi Rudskói, según cita TASS.
En palabras de ese oficial, entidades
estadounidenses han organizado la producción y comercialización de petróleo
sirio de los campos de Al Omar, Conoco y Al Tanak, en lo que equivale a un
«esquema criminal» enfocado en el «saqueo de las riquezas nacionales de Siria».
«Todas estas actividades de las empresas
militares privadas estadounidenses se llevan a cabo con la cobertura de la
aviación de la coalición internacional antiterrorista. En esencia, [estas
actividades] representan un negocio de contrabando que los estadounidenses han
tomado del EI», resumió Rudskói.
El coronel general agregó que recientemente se
ha registrado un «aumento considerable» en el número de empleados de esas
compañías de EE.UU. «Hoy en Siria, el número de mercenarios de esas empresas
militares privadas supera las 3.500 personas», especificó.
Rudskói subrayó además que, «a cambio de asistencia
para el contrabando de petróleo», Washington paralelamente continúa enviando a
esa zona equipos militares y armamento que las fuerzas armadas locales «usan
las unas contra las otras».
Al mismo tiempo, el país norteamericano sigue
entrenando a yihadistas en territorio sirio, de acuerdo con el coronel general.
«En un radio de 55 kilómetros alrededor de At
Tanf, los instructores estadounidenses están entrenando una gran unidad armada,
Magavir al Saura, y a una serie de pequeños grupos militantes», aseveró
Rudskói. «El número total de militantes llega a las 2.700 personas», añadió.
El coronel general especificó que algunos de
esos extremistas son incluso transferidos por helicópteros de la Fuerza Aérea
de EE.UU. «a los territorios controlados por las tropas del Gobierno», con el
fin de «desestabilizar la situación y evitar el fortalecimiento de las
posiciones» del Ejército del país árabe.
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