BBC
El costo psicológico de vivir en un país donde las denuncias de abusos policiales son diarias, igual que los incendios y saqueos en lugares públicos y privados, cada vez se siente más en Chile.
Miedo, ansiedad, incredulidad, culpa, rabia, irritación, tristeza, insomnio, falta de apetito, fatiga, sensación de desconexión con la realidad, ideas suicidas...
Estos son algunos de los síntomas que, según que el Ministerio de Salud de Chile, presenta una parte de la población del país como reacción ante el estallido social que se inició el pasado 18 de octubre.
Y es que el costo psicológico de vivir en un país donde las denuncias de abusos policiales son diarias, igual que los incendios y saqueos en lugares públicos y privados, empieza a sentirse.
Cómo empezaron las protestas en Chile y qué hay detrás de la furia en “el paraíso de América Latina”
En las noticias, la gente escucha consternada casos como el del joven fotógrafo Gustavo Gatica, quien perdió ambos ojos tras ser herido por balines de Carabineros en una protesta, o el de Fabiola Campillay, una madre que recibió una bomba lacrimógena en la cara mientras esperaba el bus camino a su trabajo.
Por qué tantos manifestantes alrededor del mundo están sufriendo lesiones en los ojos
4 claves para entender la furia y el estallido social de las protestas en Chile
También son diarias las informaciones sobre saqueos de hoteles, quema de negocios y destrucción del patrimonio.
En distintas ciudades de Chile, las personas enfrentan su día a día sin certezas en torno a cuestiones básicas como cuánto demorarán en llegar a casa, qué encontrarán en el camino y hasta qué hora estará abierto el comercio del barrio.
“Ha aumentado la ansiedad, la incertidumbre y el miedo”, explica Karent Hermosilla, directora ejecutiva de la ONG Psicólogos Voluntarios, formada tras el terremoto del 2010 en Chile.
El costo psicológico de vivir en un país donde las denuncias de abusos policiales son diarias, igual que los incendios y saqueos en lugares públicos y privados, cada vez se siente más en Chile.
Miedo, ansiedad, incredulidad, culpa, rabia, irritación, tristeza, insomnio, falta de apetito, fatiga, sensación de desconexión con la realidad, ideas suicidas...
Estos son algunos de los síntomas que, según que el Ministerio de Salud de Chile, presenta una parte de la población del país como reacción ante el estallido social que se inició el pasado 18 de octubre.
Y es que el costo psicológico de vivir en un país donde las denuncias de abusos policiales son diarias, igual que los incendios y saqueos en lugares públicos y privados, empieza a sentirse.
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