Agencias
La sombra de la violencia electoral sobrevuela de nuevo
Colombia tras el brutal asesinato conocido este lunes de la candidata liberal Karina García Sierra y
cinco personas más que la acompañaban en la localidad de Suárez, la que
aspiraba a gobernar y en la que el conflicto armado está reviviendo con fuerza.
García Sierra, de 32 años y que deja un hijo pequeño, fue
asesinada junto a su madre y cuatro personas más de su equipo en una masacre
que parecía anunciada, puesto que la política liberal había advertido en un
video publicado el pasado 28 de agosto que hoy parece premonitorio que había
sido amenazada.
El vehículo todoterreno fue tiroteado y posteriormente
incendiado por lo que los restos de García Sierra y sus acompañantes fueron
encontrados calcinados, mientras que un escolta consiguió escapar, según el
gobernador del Cauca, Óscar Campo.
En su video, García Sierra denunciaba que la publicidad de
su candidatura estaba siendo objeto de ataques en Betulia, donde miembros de su
campaña habían sido interceptados por “cuatro sujetos armados de un grupo al
margen de la ley” que aseguraron tener “orden directa” de no permitirla en ese
corregimiento.
“Le pido a seguidores y demás candidatos que no continúen
haciendo frente a estos grupos armados comentarios acerca de mi candidatura”,
había denunciado.
Junto con la aspirante fueron asesinados su madre, Otilia
Sierra, y Yeison Obando Llantén, candidato al Concejo Municipal también por el
Partido Liberal.
En la emboscada también murieron Aidé Tróchez, representante
de la Mesa de Víctimas; Héctor González y Lavedis Ramos.
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