Por disposiciones de la cuarentena declarada a nivel nacional por el coronavirus, el transporte de la hoja de coca también fue restringido, una Resolución del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, califica a la hoja de coca como parte de la soberanía alimentaria en nuestro país, esto permitió la emisión de otra Resolución que autoriza el transporte de este producto legalmente establecido en Bolivia.
En ese sentido, ambas dirigencias coincidieron en expresar el profundo agradecimiento al señor alcalde municipal Ramiro Vallejos, por su flexibilidad y la voluntad de agilizar las certificaciones médicas y la obtención de los demás requisitos exigidos por las disposiciones del Ministerio de Salud, para poder viajar con todas las recomendaciones respecto a la portación de alcohol en gel, barbijos y equipos de bioseguridad.
“Por tanto la población debe estar tranquila, ya que este viaje se hizo de manera responsable y bajo estrictas medidas de higiene y bioseguridad, al retorno a nuestra ciudad fuimos acompañados por el personal de la FELCN y DIGCOIN, para hacer la fumigación de las personas y del producto que luego permaneció en reposo por una noche”, señaló Ramiro Coya.
“Como Asociación estamos muy agradecidos con el doctor Ramiro Vallejos, por ayudarnos en las gestiones, ahora tendremos el abastecimiento para que vendan los detallistas autorizados, lógicamente cumpliendo las medidas de bioseguridad, para acabar con el contrabando de la coca que dañó nuestra imagen, porque llegaron a vender en precios muy elevados”, acotó David Flores.
Ambas instituciones reprocharon la elevación del precio de este producto que llegó a comercializarse hasta por encima de los 600 bolivianos, sin embargo se sienten contentos porque le dieron un golpe a los contrabandistas y especuladores que a nombre de Cocanis atentaron contra la economía de mucha gente que consume la hoja de coca.
Hoy en nuestros mercados y zonas de comercio, se puede observar los tradicionales puestos de venta de la hoja sagrada, a precio que oscilan entre los 120, 140 y 150 bolivianos por kilogramo según la calidad, la escasez de este producto se acabó para tranquilidad de los consumidores que son bastantes, no solo en el Chaco boliviano sino en gran parte del norte argentino.
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