En la región del Gran Chaco, el asambleísta Willman Cardozo, que mantiene sus cuotas de poder en la empresa Servicios Eléctricos Tarija (Setar) y la residual Empresa Tarijeña de Gas (Emtagas), también movilizó a los de trabajadores de estas empresas por turnos para disponer el cierre de algunos puntos en Villa Montes y Yacuiba.
A estas alturas, los daños a la economía popular son significativos puesto que, si bien gran parte de la población en la ciudad capital, como en las provincias y la región del Gran Chaco no participan en el movimiento, está siendo afectada por la reducción de las utilidades que logran día a día, consecuencia del cierre de salidas hacia Santa Cruz y las ciudades del occidente.
A ello se suma que los productores y las personas que trabajan en el comercio y los servicios tienen obligaciones mensuales con el sistema bancario, quienes deben cancelar un monto mayor en sus depósitos mensuales, por la mora que genera el bloqueo de caminos.
Día que pasa los vecinos de Tarija, de las ciudades intermedias y de las comunidades del área rural continúan perjudicados. Los productores de uva ya salieron por los medios informando sobre el bajo nivel de consumo y la difícil situación económica del departamento, agravada por el bloqueo de caminos que no permite llevar el producto hacia los mercados del país.
Este año se prevé cosechar 1.500.000 quintales de uva, de los cuales cerca del 70% se destina al mercado nacional como uvas de mesa, que no puede salir hasta ahora y el restante 30% a la producción de vinos y singanis, según informó al periódico El País, José Luís Sánchez, productor vitícola.
Desde las Federaciones de Trabajadores Gremiales de Yacuiba y San José de Pocitos también informaron que molesta la instalación de tres puntos de bloqueo, por los trabajadores de Setar y los dirigentes cívicos, desviando el tránsito vehicular por otras rutas alternativas. Situación que han logrado reducir al mínimo las ventas, afectando a su economía.
A estas protestas se suman otros sectores como el transporte que desarrolla sus actividades, pero con los consiguientes riesgos que implican estas medidas de presión. Igualmente padres de familias de universitarios, salieron públicamente a protestar por la suspensión de actividades académicas y por usar a sus hijos como carne de cañón en los bloqueos.
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