El Gobierno del presidente de Perú, Martín Vizcarra, declaró
ayer tres días de duelo nacional por el deceso del expresidente Alan García
(1985-90, 2006-2011) y otorgarle las honras fúnebres que corresponden a un
mandatario.
EFE
De acuerdo a un decreto supremo publicado de urgencia por el
diario oficial El Peruano, el duelo nacional se cumple desde ayer hasta el
viernes 19, en coincidencia con las fechas de la Semana Santa.
El Ejecutivo dispuso otorgar las honras fúnebres que
corresponden al presidente de la República en ejercicio a los funerales de
García, quien murió a los 69 años a raíz de un disparo en la cabeza cuando la
policía había llegado a su casa para detenerlo por el caso Odebrecht.
La bandera nacional será izada a media asta en todos los
edificios públicos, instalaciones militares, bases, buques, locales policiales
y demás dependencias del Estado en todo el territorio nacional, así como en
misiones diplomáticas, consulares y representaciones permanentes del Perú en el
exterior.
El decreto fue refrendado por Vizcarra, el presidente del
Consejo de Ministros, Salvador del Solar; el canciller, Néstor Popolizio; y el
ministro de Justicia, Vicente Zeballos.
Horas antes, el secretario personal de García, Ricardo
Pinedo, anunció a los medios locales que el funeral se celebrará el Viernes
Santo a mediodía, después de que sus restos mortales hayan sido velados durante
día y medio en la "Casa del Pueblo", la sede del Partido Aprista
Peruano (PAP) que lideraba el exmandatario.
"Solamente será velado y enterrado con los honores
apristas, que a veces son muchos más que los honores del presidente (Martín)
Vizcarra", dijo Pinedo sobre el actual gobernante de Perú, al que hace
unos meses García acusó de estar detrás de la investigación, la misma que tildó
de persecución.
El secretario de García indicó que la sede del Partido
Aprista estará abierta a "a toda persona que quiera rendir honores"
al expresidente, que falleció con 69 años.
También señaló que la autopsia a García se realizará en el
Hospital Casimiro Ulloa, de Lima, donde el exgobernante fue ingresado tras
haberse disparado en su vivienda cuando había llegado a primera hora de la
mañana un fiscal y un grupo de policías con una orden judicial para arrestarlo.
García era investigado por la Fiscalía para averiguar si
había recibido sobornos de Odebrecht, la constructora brasileña que pagó
dádivas en una docena de países de Latinoamérica para adjudicarse grandes
contratos en obras públicas.
Los fiscales indagaban si García había recibido sobornos por
la licitación de la Línea 1 del Metro de Lima, como los indicios que
encontraron a su secretario de Presidencia Luis Nava, el hijo de este José
Antonio Nava, el exvicepresidente de la estatal Petroperú Miguel Atala y el
exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba.
En Perú, el caso Odebrecht también tiene imputados a los
expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro
Pablo Kuczynski (2016-2018), además de la líder opositora Keiko Fujimori por
las donaciones irregulares que recibió para sus campañas electorales a la
Presidencia de Perú.
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