El mundo de la ciencia se manifestó apesadumbrado por el fallecimiento de uno de los suyos, Tito Claure Iriarte, doctor en Ciencias, reconocido profesional boliviano y considerado a nivel internacional, como uno de los científicos más importantes del maíz.
“Compartimos el dolor de perder a un gran amante y embajador de la biodiversidad boliviana de maíz y del mundo”, reza un mensaje del doctor italiano Paolo Valoti compartido a través de la red de mensajería WhatsApp.
Claure, quien era responsable nacional del Programa Maíz del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), murió, el lunes 06 de abril, de un paro cardiaco a las 17:00 en la ciudad de Yacuiba, departamento de Tarija. Había nacido en Cochabamba.
Estudió Ingeniería Agronómica en la Universidad de San Simón, trabajó en el Centro de Investigación Payrumani, fue becado a México adonde realizó sus estudios de maestría y doctorado. Luego, retornó a Bolivia y fue nombrado Jefe Nacional del extinto Programa del Maíz del IBTA.
En Chuquisaca, Claure fue responsable del Centro de Investigación e Innovación Tecnológica Agrícola Iboperenda (Ciitai), en la provincia Luis Calvo, según recordó su amigo, colega investigador y docente universitario de San Francisco Xavier, Juan Pablo Álvarez.
“El fitomejorador más notable, uno de los científicos más importantes del maíz. Trabajó en el mejoramiento genético de variedades en maíz, maní y ají”. Así lo recordó Álvarez, con profundo pesar.
Entre otros importantes cargos que ocupó en el país, Claure fue también responsable e investigador principal del Programa de Innovación Continua para el Cultivo de Maíz para el Chaco Tarijeño en la Fundación Proinpa.
Trabajó, especialmente, en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca y Tarija.
LEGADO CIENTÍFICO
Según Heriberto Reynoso, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias en Monteagudo, su legado científico se traduce en varios libros y manuales en temas referidos al mejoramiento genético del maíz, maní y ají.
También en la obtención de nuevas variedades de maíces, como el IBTA algarrobal 101, 102 y 108, además del IVO 2836 maíz duro, utilizado como alimento balanceado.
Del mismo modo, su trabajo estaba referido al rescate de las variedades nativas del Chaco chuquisaqueño, en un trabajo con el pueblo guaraní./Correo del Sur.
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