Salvatore Mancuso, un excomandante de los paramilitares de ultraderecha que se desmovilizaron en 2006 en Colombia, pidió este martes "ayuda" a Venezuela para ubicar y recuperar más de 200 cadáveres de sus víctimas enterrados al otro lado de la frontera que sus hombres desangraron en medio de la lucha contra las guerrillas.
Encarcelado en Georgia, Estados Unidos, Mancuso participó a
través de videoconferencia en un encuentro entre el canciller colombiano,
Álvaro Leyva, ONGs, familiares de víctimas y diplomáticos de Venezuela y otros
países en una zona rural del departamento fronterizo de Norte de Santander
(noreste).
"En territorio venezolano son más de 200 personas que
hoy están desaparecidas [y enterradas] por nosotros, las Autodefensas [Unidas
de Colombia (AUC)]", dijo el excomandante colombo-italiano, sentenciado en
2008 a 15 años y ocho meses de prisión por narcotráfico.
Tras dejar las armas en 2006 como parte de un acuerdo de paz
con el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), alias "El Mono" fue
entregado a las autoridades estadounidenses. Constantemente denuncia malos
tratos como torturas para evitar que cuente la verdad sobre las relaciones
entre importantes políticos y los paramilitares.
El acuerdo de paz preveía un máximo de ocho años de cárcel
en Colombia para los jefes paramilitares a cambio de su desarme y la confesión
de crímenes, pero varios de ellos fueron extraditados sorpresivamente.
Este martes Mancuso (58 años) reconoció que presionó a sus
hombres al punto de que llegaron a "crear" gigantescos hornos
crematorios para incinerar los cuerpos de campesinos y rebeldes en Norte de
Santander, además de enterrar a otros de ellos al otro lado del río que separa
a Colombia de Venezuela.
"Aunque sigamos pagando" en la cárcel "la
deuda con ustedes sigue vigente", le dijo a las familias de las víctimas
que lo escuchaban y veían en una pantalla. "Me arrepiento con vergüenza
profunda", agregó.
También pidió al canciller Leyva lograr "un acuerdo
bilateral con el gobierno venezolano" que permita a las autoridades y los
mismos exparamilitares en libertad "ubicar, identificar y recuperar los
restos de todas esas víctimas".
Luego del evento el ministro recorrió junto a la prensa los
hornos de ladrillos que usaban los paramilitares para desaparecer a sus
víctimas y que aún están en pie. Desde allí, aseguró que le dará
"prioridad" al pedido de Mancuso y que buscará la manera de
"llegar a unos protocolos para efectivamente buscar" los muertos en
Venezuela.
En la lucha a sangre y fuego contra la insurgencia, las AUC
sembraron terror con masacres y persiguieron a políticos, campesinos y líderes
comunitarios que según ellos tenían nexos con organizaciones de izquierda.
Fuentes oficiales calculan que al menos 450.000 personas
murieron en medio de los combates entre guerrillas, paramilitares y fuerzas
estatales.
Agencias
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