La región del Gran Chaco, el pasado fin de semana, vivió la fiesta grande del pueblo guaraní, el Arete Guasu 2020; que contó con la participación de las 20 comunidades de la zona Yaku Igua e invitados especiales del interior del país y países vecinos. El evento fue acompañado por el gobernador regional, José Quecaña, autoridad que destacó los valores y los principios de los pueblos indígenas del Chaco.
El Arete Guasu fue todo un acontecimiento, desde el sábado por la mañana, la festividad se llevó adelante con música de grupos autóctonos, ballets de danza, comida típica, artesanía tradicional y la infaltable chicha cagüi, que forman parte de sus costumbres y tradiciones. Durante el primer día los anfitriones dieron la bienvenida a las comunidades y confraternizaron con varias actividades culturales.
La autoridad, inaugurando oficialmente el evento, resaltó la unidad y organización de las comunidades que conforman la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) como el factor que les permitió mejorar las condiciones de vida, garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la producción agrícola y pecuaria; como también acceder a proyectos importantes que son financiados por los niveles regional y nacional.
Por otro lado, aseveró que estas actividades expresan la forma de ser del hombre y la mujer guaraní, de su forma de comprender el mundo y la vida, de su relación armónica con la naturaleza, de la importancia del trabajo agrícola y la producción del maíz que es la base de seguridad alimentaria, de la que derivan su gastronomía, sus acontecimientos y sus tradiciones milenarias.
Las autoridades del pueblo guaraní resaltaron el apoyo del Gobierno Regional para este importante acontecimiento que les permite reafirmar sus costumbres, tradiciones y valores; pero también que promueve la música, gastronomía y artesanías. Por otro lado, informaron que está en marcha proyectos educativos y culturales que revalorizarán el idioma y los saberes ancestrales del pueblo.
El Arete Guasu fue reconocido como patrimonio cultural tangible e intangible del departamento de Tarija y la región del Gran Chaco, comprende las celebraciones por los frutos conseguidos en las relaciones físicas y espirituales; entre seres humanos con la naturaleza y el encuentro de las generaciones presentes con sus ancestros; es parte del calendario cultural departamental y regional.
El Arete Guasu fue todo un acontecimiento, desde el sábado por la mañana, la festividad se llevó adelante con música de grupos autóctonos, ballets de danza, comida típica, artesanía tradicional y la infaltable chicha cagüi, que forman parte de sus costumbres y tradiciones. Durante el primer día los anfitriones dieron la bienvenida a las comunidades y confraternizaron con varias actividades culturales.
La autoridad, inaugurando oficialmente el evento, resaltó la unidad y organización de las comunidades que conforman la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) como el factor que les permitió mejorar las condiciones de vida, garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la producción agrícola y pecuaria; como también acceder a proyectos importantes que son financiados por los niveles regional y nacional.
Por otro lado, aseveró que estas actividades expresan la forma de ser del hombre y la mujer guaraní, de su forma de comprender el mundo y la vida, de su relación armónica con la naturaleza, de la importancia del trabajo agrícola y la producción del maíz que es la base de seguridad alimentaria, de la que derivan su gastronomía, sus acontecimientos y sus tradiciones milenarias.
Las autoridades del pueblo guaraní resaltaron el apoyo del Gobierno Regional para este importante acontecimiento que les permite reafirmar sus costumbres, tradiciones y valores; pero también que promueve la música, gastronomía y artesanías. Por otro lado, informaron que está en marcha proyectos educativos y culturales que revalorizarán el idioma y los saberes ancestrales del pueblo.
El Arete Guasu fue reconocido como patrimonio cultural tangible e intangible del departamento de Tarija y la región del Gran Chaco, comprende las celebraciones por los frutos conseguidos en las relaciones físicas y espirituales; entre seres humanos con la naturaleza y el encuentro de las generaciones presentes con sus ancestros; es parte del calendario cultural departamental y regional.
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