Agencias
Tras 10 días, como anunció la Comisión Nacional de Salud (NHC) de China y gracias al trabajo de decenas de grúas, junto a miles de obreros, el “Montaña del Dios Fuego”, como se nombró al nuevo centro hospitalario construido en ese tiempo récord para atender la alerta sanitaria del coronavirus, está listo para poder recibir a partir de ayer a sus primeros pacientes.
El nuevo hospital con mil camas y una capacidad para recibir a 10 mil pacientes está en la ciudad de Wuhan, la más afectada por la epidemia que ya provocó, según los reportes hasta el domingo en China, 360 muertes, con 56 nuevas víctimas fatales registradas en la provincia de Hubei, y 16.480 casos confirmados, 2.103 nuevos. En todo el mundo ya son 23 los países tocados por el contagio.
Ubicado a casi 25 kilómetros de la zona metropolitana de Wuhan, en una extensión de 34.000 metros cuadrados, el hospital comenzará a funcionar con 1.400 trabajadores de la salud, entre militares y civiles. Además, tendrá un equipo de 15 expertos dedicados especialmente a evitar los contagios dentro del hospital. Entre los trabajadores hay funcionarios con experiencia en la lucha contra el SARS del Hospital de Xiao Tangshan de Pekín o que han participado en la misión contra el ébola en Sierra Leona y Liberia.
China, a las medidas ya adoptadas, sumó otras para contrastar la epidemia, entrará en vigencia un estricto protocolo para regular los funerales de los muertos por esta afección.
La nueva directriz establece que los fallecidos a causa del virus no serán enterrados en lugares habituales ni podrán tener una ceremonia de despedida. En tanto, los restos de las víctimas deberán ser incinerados en una funeraria designada y cerca de donde hayan perecido.
Tras 10 días, como anunció la Comisión Nacional de Salud (NHC) de China y gracias al trabajo de decenas de grúas, junto a miles de obreros, el “Montaña del Dios Fuego”, como se nombró al nuevo centro hospitalario construido en ese tiempo récord para atender la alerta sanitaria del coronavirus, está listo para poder recibir a partir de ayer a sus primeros pacientes.
El nuevo hospital con mil camas y una capacidad para recibir a 10 mil pacientes está en la ciudad de Wuhan, la más afectada por la epidemia que ya provocó, según los reportes hasta el domingo en China, 360 muertes, con 56 nuevas víctimas fatales registradas en la provincia de Hubei, y 16.480 casos confirmados, 2.103 nuevos. En todo el mundo ya son 23 los países tocados por el contagio.
Ubicado a casi 25 kilómetros de la zona metropolitana de Wuhan, en una extensión de 34.000 metros cuadrados, el hospital comenzará a funcionar con 1.400 trabajadores de la salud, entre militares y civiles. Además, tendrá un equipo de 15 expertos dedicados especialmente a evitar los contagios dentro del hospital. Entre los trabajadores hay funcionarios con experiencia en la lucha contra el SARS del Hospital de Xiao Tangshan de Pekín o que han participado en la misión contra el ébola en Sierra Leona y Liberia.
China, a las medidas ya adoptadas, sumó otras para contrastar la epidemia, entrará en vigencia un estricto protocolo para regular los funerales de los muertos por esta afección.
La nueva directriz establece que los fallecidos a causa del virus no serán enterrados en lugares habituales ni podrán tener una ceremonia de despedida. En tanto, los restos de las víctimas deberán ser incinerados en una funeraria designada y cerca de donde hayan perecido.
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