El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) advierte que si no se pone un freno a los asentamientos en cercanías de Sama, en unos diez años como mínimo, las construcciones penetrarán la Reserva
El municipio de Cercado inició el proceso para demoler los asentamientos que están en las zonas de recarga de agua de la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama, de esa manera frenar este fenómeno que cada vez avanza más. Esta situación, considerada como peligrosa para el ecosistema, fue advertida el año 2018 mediante un estudio realizado por la Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN-PB).
Según el documento de esa institución, son 16.264 personas que viven en la zona de amortiguamiento externa, área por donde filtra el agua de la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama. Cercado concentra el 47 por ciento (7.667), el 32 por ciento (5.233) está en San Lorenzo, un 12 (1.972) en Padcaya y un 9 por ciento (1.392) en Uriondo.
El director de Ordenamiento Territorial (DOT) de Cercado, Horacio Rodríguez, explicó que ya se ingresó a un proceso de demolición. Se trata del primer caso de esta índole, ubicado en la comunidad de Lazareto. Se continuarán con las notificaciones e inspecciones para reunir los elementos probatorios en los demás lugares.
El funcionario argumentó que se tiene como base el estudio de la OTN, institución que tiene con exactitud la identificación de los asentamientos. Pero también pueden actuar a través de denuncias.
“Sería importante una ley específica para actuar al respecto, sobre zonas de amortiguamiento de la Reserva de Sama. De esa manera, dar mayor garantía legal a esos espacios, porque en la actualidad se tiene una norma muy general -comentó Rodríguez- por ahora se tienen como pequeña propiedad o tierra agraria, pero no hay una normativa de sub uso de ese suelo para poder protegerlo. Las normativas las tendrían que trabajar cada municipio, pero también la Gobernación a través de la Asamblea Legislativa Departamental”.
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