La Fiscalía colombiana inició una investigación por los motines de anoche ocurridos en 13 prisiones del país, aparentemente para exigir protección contra el COVID-19, que dejaron 25 reclusos muertos, dos más de los informados inicialmente, en la peor matanza de presos que recuerde el país.
“Frente a estos lamentables hechos en los que 23 reclusos de la cárcel La Modelo en Bogotá, perdieron la vida en un intento criminal de amotinamiento y fuga, y dos más en la penitenciaria de Cómbita en Boyacá, la Fiscalía General de la Nación inició investigación por estos hechos”, informó el ente acusador en un comunicado.
Inicialmente, la ministra de Justicia, Margarita Cabello Blanco, dijo que en La Modelo hubo 23 muertos y 83 heridos, pero no hizo referencia a los dos fallecidos de la cárcel de Cómbita.
Además de La Modelo, hubo revueltas en las cárceles de La Picota y el Buen Pastor, de Bogotá, esta última de mujeres; así como en la de máxima seguridad de Cómbita, en el departamento de Boyacá; en la de Picaleña (Ibagué); en la de Jamundí (Valle del Cauca), y en las de Pedregal y Bellavista, en Antioquia, entre otras. Con la investigación la Fiscalía busca determinar las razones por la cuales “en el interior de estos penales (La Modelo y Cómbita) se cuenta, por parte de los internos, con equipos de alta tecnología desde donde se envió información en tiempo real de lo que estaba ocurriendo al interior de la cárcel”.
También intentará establecer el estado de los inhibidores de la señal telefónica “antes y al momento de iniciarse el intento de fuga en las dos prisiones”.
Para ahondar en lo sucedido, la Fiscalía través de su Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y de la Sijin (investigación criminal de la Policía), realiza entrevistas a los presos que resultaron heridos.
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