El Gran Chaco/
De acuerdo a su renuncia, el especialista sólo trabajaría hasta el 31
de julio, dejando a más de 40 pacientes desamparados y con un sólo profesional cubano
que no iba a abastecer el servicio de hemodiálisis.
Fabián Audiver, coordinador de la Red de Salud, informó que
luego de varias reuniones con el nefrólogo, Mario Vargas, llegaron a un preacuerdo
para que continúe trabajando por un tiempo más mientras se regularice su
situación, respecto al ítem de especialista que solicita, considerando que por
más de dos años trabajó con el ítem de médico general, donde no se reconoce sus
años estudio.
"Nos hemos comprometido que él pueda asumir un ítem del
Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), es decir que tendrá que renunciar
al ítem del Tesoro General de la Nación (TGN), si es que no tiene otra oferta.
Si acepta, nosotros lanzaríamos a concurso para que se categorice, porque el
ítem IDH es concursable, considerando que ahora sólo gana 6.500 y una vez que se institucionalice en el
transcurso de un año como dice la norma, él podría ganar entre Bs. 12.000 a
13.000 y posterior a esto en base al escalafón de cada cuatro años, su
remuneración irá mejorando en base a los estudios que vaya realizando",
dijo el funcionario, indicando que los ítems IDH dependen de la Gobernación
Regional, que anualmente destina entre 6 a 7 millones de bolivianos.
Mediante el preacuerdo al que llegó Audiver con el
nefrólogo, se garantiza la atención normal
en la Unidad de Hemodiálisis, por un periodo de dos semanas o un mes,
siempre y cuando que en ese lapso puedan conseguir el ítem de especialista, que
tendría que ser dotado por el Ministerio de Salud y la otra salida es que
acepte el ítem IDH, el cual puede mejorar los ingresos del especialista, que
por más de dos años estuvo colaborando en la Unidad de Hemodiálisis con un
sueldo de médico general, a pesar de que cuenta con la especialidad y lo justo
es que gane un sueldo entre 12.000 a
15.000 bolivianos.
En otro tema Audiver, aclaró sobre la problemática de los anestesiólogos
en el hospital Rubén Zelaya, considerando que dos cirugías programadas fueron
suspendidas por falta de estos profesionales especialistas, lo cual fue
criticado por familiares de los pacientes. Al respecto, refirió que no hubo
coordinación entre el equipo de trabajo y el jefe del servicio, donde no proveyeron
el reducido personal con el que cuenta este nosocomio y las vacaciones que
habrían solicitado algunos profesionales.
Resulta que una de las anestesiólogas, se encuentra en
gestación y tuvo un percance para presentarse a trabajar y los otros anestesiólogos
se encuentran con vacaciones programados, lo cual dio lugar a suspender las
cirugías y eso causó molestia en los pacientes y sus familiares, este problema
se debe al reducido personal con el que cuenta el hospital Rubén Zelaya.
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