El jugador brasileño de Wilstermann, Serginho, habló ayer
por primera vez, de lo acontecido en el partido con Blooming el domingo en
Santa Cruz y de la demanda del club cruceño en su contra por provocación.
Los Tiempos/
"Yo creo que una manera más digna era poner excusa
(disculpa) por lo que pasó. No sólo a mí, a toda la gente, a todo el país
porque Blooming es una institución grande en el país", manifestó en
conferencia de prensa.
Según la aseveración del presidente de Blooming, Juan
Jordán, Serginho fue quien provocó a la tribuna en el momento que hizo un gesto
con el dedo del medio en el primer tiempo del encuentro.
"Yo estoy siendo acusado de una cosa que tampoco he
hecho. La única cosa que he hecho es un momento que, en un penal, que yo sufrí,
y los defensores vinieron y me hablaron algunas cosas. Sí reaccioné, pero en
ningún momento de los 85 minutos que estuve en la cancha, en ningún momento
hablé con la hinchada", manifestó.
"Era más digno que las personas pidan excusas y
reconocer el error", declaró.
Sobre su familia manifestó que a ellos les afectó demasiado
y que se quieren ir del país; sin embargo, él decidió continuar con Wilster.
"Cuando llegué a mi casa mi hijo y mi hija se pusieron
a llorar. Cuando se toca a nuestra familia, a los nuestros, es un tema que se
tiene que repensar. Mi familia no quiere
quedarse acá. Yo no tengo que esconder nada. Yo me voy a quedar porque amo este
club", manifestó.
Por su parte el presidente del Aviador, Gróver Vargas,
señaló que se "va a luchar y defender la posición de Serginho".
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