Una adolescente de 15 años no soportó la fuerte amonestación que había recibido de sus padres por haberse escapado de su casa el sábado a las 01.00.
Cuando regresó al día siguiente lo hizo en estado de ebriedad, los vecinos, al verla en esa situación cerca de su casa, informaron a sus padres para que la recogieran. Los progenitores se molestaron tanto que la regañaron, le dijeron que estaba castigada y no le permitirían salir.
La chiquilla enojada, aún bajo los efectos del alcohol, escribió unas líneas en un papel, a manera de carta póstuma, y procedió a tomarse veneno.
Cuando sus padres se percataron que la joven se retorcía de dolor de estómago la trasladaron al Hospital Viedma, pero lamentablemente la quinceañera no soportó y falleció minutos después.
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