El equipo atigrado ganó por 1-3, pero la victoria solo le
sirve para sumar en la tabla general, ya que el celeste dio la vuelta olímpica
tras ser campeón por adelantado el jueves 16.
La fiesta se desató en el estadio Hernando Siles, de La Paz
una vez que el grupo de jugadores de Bolívar elevaron en alto la Copa de
campeón. Los celestes querían celebrar el título con una victoria sobre The
Strongest, pero terminaron cayendo por 1-3 en la penúltima fecha del Apertura,
del que son flamantes campeones y por anticipado.
Para los celestes paceños no era un partido más o un clásico
más, era la tarde en el que querían festejar el cetro conseguido en este torneo
y que mostraron orgullosos a sus fieles hinchas quienes pese a la caída en el
partido con su rival de siempre se quedaron en el campo deportivo hasta el
último minuto para el festejo. “¡Bolívar!, ¡Bolívar!, ¡Bolívar!”, fue el grito
de guerra.
Apenas recibieron la Copa de campeón de parte de Rolando
Aramayo, en representación de la Federación Boliviana de Fútbol (no estuvo
presente el titular federativo César Salinas, expresidente de The Strongest),
el grupo de jugadores se fue al sector de su hinchada como muestra de
agradecimiento por el respaldo.
Los jugadores del plantel no se cambiaban por nadie, el
cuerpo técnico menos, la alegría era para todos los celestes quienes juntos
daban gritos de algarabía, unos saltaban, otros no se cansaban de repetir,
campeón, campeón, campeón, era la fiesta deportiva del que el hincha de Bolívar
no quería perderse, pues todo era de color para los fieles seguidores del
equipo académico.
En los 90 minutos reglamentarios el partido finalizó 1-3, a
favor de su eterno rival, The Strongest, elenco que se dio el gusto de ahogarle
la fiesta, pero al final ambos bandos terminaron el juego con un gran apretón
de manos y las felicitaciones respectivas.
El Tigre se colocó en ventaja en el minuto 31, mediante
Henry Vaca. La jugada nace en los pies de Rudy Cardozo quien como con la mano
acomoda la pelota en el sector donde estaba el juvenil quien, solo y sin marca
alguna, consigue batir al golero Saidt Mustafá, quien nada puede hacer para el
0-1, ese tanto cayó como balde de agua fría para los celestes.
Cuatro minutos después, a los 35’, el árbitro del partido
Ivo Méndez (Santa Cruz) cobra penal a favor del atigrado, rápidamente el
jugador Jair Reinoso pide la pelota la acomoda y sin dudar remata directo al
arco que es custodiado por Mustafá. El arquero logró adivinar el trayecto del
balón, pero no lo pudo contener, era el 0-2, un dolor de cabeza para Bolívar.
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