La situación es desesperante para millones de venezolanos
por la falta de agua y electricidad. El Gobierno asegura que la provisión se ha
restablecido. No hay clases en los colegios y los hospitales están al borde del
colapso por falta de insumos.
Millones de venezolanos enfrentan una grave crisis por el
colapso de los servicios básicos, especialmente por la falta de luz y agua, que
desató fuertes protestas en Caracas y otras ciudades de Venezuela.
Venezolanos opositores, convocados por su líder, Juan
Guaidó, protestaron ayer contra el presidente, Nicolás Maduro, al entrar en el
sexto día de un apagón que dejó a oscuras a casi todo el país y a una población
desesperada por la falta de agua y comida.
“La situación está
muy difícil, esperamos que este gobierno cambie. Ya basta de este caos”,
aseguró Miguel González, en una plaza del este de Caracas, donde sonaban
cacerolas y bocinas de autos en el inicio de las protestas. Muchos ondeaban
banderas.
Guaidó, jefe parlamentario reconocido como presidente
interino de Venezuela por más de 50 países liderados por Estados Unidos, se
dirigió a los manifestantes en un discurso en el popular barrio Petare, este de
Caracas.
La emergencia, el peor corte de electricidad que ha afectado
a casi todo el país de 30 millones de habitantes, comenzó la tarde del jueves.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, aseguró que la luz se ha
restablecido “en casi todo el país”, pero aún hay zonas del oriente y centro
del país sin electricidad.
Algunos saqueos se han registrado en Maracaibo (noroeste) y
aisladamente en Caracas. El pasado fin de semana, la AFP observó un grupo de
civiles armados en motos en el este capitalino.
Maduro empezó la distribución de comida, agua y asistencia a
hospitales, donde según Guaidó murieron una veintena de personas, mientras que
la ONG Codevida dice que fallecieron 15 enfermos renales por falta de diálisis.
El Gobierno afirma que no hay víctimas.
“Oí un concierto de
disparos. Saquearon una panadería y luego en otro local robaron cauchos
(llantas). Temprano, vi gente en cola por un kilo de arroz. Mucha tensión”,
dijo Alberto Barboza, de 26 años, en Maracaibo.
El apagón colapsó el suministro de agua, porque las bombas
de los tanques requieren energía para funcionar. Ante ello, muchos intentan
aprovisionarse en supermercados o fuentes naturales.
EFE/
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