Las autoridades saudíes denunciaron ayer un ataque con
drones a dos estaciones de bombeo de petróleo de la compañía estatal Aramco,
que provocaron un incendio tras causar un "daño limitado" en una de
las instalaciones en la región de Riad.
EFE
El ministro de Energía, Industria y Recursos Minerales,
Jalid Al Falih, dijo que el ataque con drones se produjo entre las 6:00 y 6:30
hora local (entre 3:00 y 3:30 GMT) en dos estaciones en Dawadmi y Afif, en la
región de Riad, según indicó la agencia oficial SPA.
Señaló que la estación de bombeo número ocho sufrió un
incendio "que fue controlado por Dios", después de que el ataque
causara un "daño limitado".
Al Falih indicó que Aramco ha interrumpido el suministro de
crudo por el oleoducto que lleva el petróleo desde la zona oriental al puerto
occidental de Yanbu. Las autoridades saudíes denunciaron que el ataque atenta
contra la seguridad en el suministro energético mundial, y señaló como autoras
a las milicias yemeníes hutíes, apoyadas por Irán.
"El Reino condena este ataque cobarde (...) que no tuvo
como objetivo sólo el reino, sino la seguridad en el suministro de energía a
todo el mundo y la economía internacional", indicó el mensaje.
Agregó que el ataque confirma la "importancia de hacer
frente a todas las organizaciones terroristas que realizan esto actos de
sabotaje, entre ellos los hutíes en Yemen, apoyados por Irán".
Los ataques por parte de los rebeldes hutíes en el Yemen
contra instalaciones y objetivos saudíes son habituales y forman parte del
conflicto bélico que vive esa nación árabe desde hace cinco años.
En diciembre de 2014 los rebeldes hutíes ocuparon Saná y
otras provincias del país y desalojaron del poder al presidente Abdo Rabu
Mansur Hadi, reconocido por la comunidad internacional y que se exilió en Riad.
Arabia Saudí, al frente de una coalición internacional en la
que también participa Emiratos Árabes Unidos, se involucró en el conflicto en
2015 tomando parte por Hadi contra los hutíes, a los que acusa de estar
apoyados por Irán.
Los ataques contra instalaciones saudíes se producen en un
momento de incremento de la tensión en el Golfo Pérsico tras el supuesto
sabotaje de cuatro barcos el pasado fin de semana en aguas de la Zona Económica
Exclusiva emiratí.
Esos actos se produjeron apenas tres días después de que
Estados Unidos advirtiera de que este tipo de incidentes podrían darse y
mientras varios barcos de guerra estadounidenses, entre ellos el portaaviones
Abraham Lincoln, se trasladan a la zona.
Estados Unidos afirmó que tomó la decisión de trasladar los
buques debido a "indicaciones" de que Irán se prepara para
"llevar a cabo operaciones ofensivas contra fuerzas e intereses
estadounidenses en la región", algo que ha rechazado Teherán.
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