EL PAIS
La polarización social, el ajuste al modelo económico del país, la salud, el litio y la creación de una hoja de ruta para digitalizar al país son algunos de los elementos clave de la propuesta
Una nueva generación rompe las barreras generacionales en la política nacional y crea una propuesta para abordar las problemáticas que el Estado debe priorizar para mejorar las condiciones de la población boliviana.
En un escenario cercano a la elección del nuevo binomio presidencial, senadores y diputados, el analista político, Bryan Mier, planteó una propuesta que fue compartida a todos los líderes políticos que se presentaron para asumir el reto de las elecciones nacionales el 28 de abril.
En primer lugar, establecer un canal de negociaciones entre fuerzas políticas de Bolivia Centrado en políticas de Estado clave para el país a asumirse de manera independiente a los resultados de las elecciones. Y en segundo lugar, las elecciones generales deberán ser monitoreadas por un sistema externo al Tribunal Supremo Electoral (TSE)
“La situación actual en Bolivia requiere de acción proactiva e innovadora. La polarización social y la división política en el país encausan a la población a escenarios poco deseables que pueden ser evitados con la reorientación de las prioridades del liderazgo político del país”, manifestó.
A pesar de la inconstitucionalidad de la repostulación, el avance de la misma es inevitable y de no ser atendida apropiadamente, las narrativas contrarias pueden generar escenarios de confrontación que deriven en diversos niveles de inestabilidad política, económica y social.
El trabajo presentado propone separar los intereses del Estado de las aspiraciones del liderazgo político del país, a la par del establecimiento de garantías para la conducción de un proceso electoral transparente y legítimo.
Posiciona a la acción conjunta de ambos elementos para incentivar el respeto a los resultados de las elecciones y la legitimidad de las autoridades electas. Por un lado, gracias a la capacidad de la propuesta de salvaguardar contribuciones intelectuales y de visibilizar la posibilidad de diálogo entre el liderazgo político boliviano.
Por otro, permite transparentar el proceso electoral como garantía de la inviolabilidad del mismo proceso electoral. Elementos como la polarización social, el ajuste al modelo económico del país, la salud, el litio y la creación de una hoja de ruta para digitalizar al país son algunos de los elementos clave en los que el Estado debe priorizar.
Las negociaciones deben darse bajo la supervisión de un tercero. El monitoreo puede proceder de varias maneras: Un sistema organizado por la sociedad civil, una iniciativa por parte de organismos internacionales o una ONG o un sistema híbrido entre ambas opciones.
La polarización social, el ajuste al modelo económico del país, la salud, el litio y la creación de una hoja de ruta para digitalizar al país son algunos de los elementos clave de la propuesta
Una nueva generación rompe las barreras generacionales en la política nacional y crea una propuesta para abordar las problemáticas que el Estado debe priorizar para mejorar las condiciones de la población boliviana.
En primer lugar, establecer un canal de negociaciones entre fuerzas políticas de Bolivia Centrado en políticas de Estado clave para el país a asumirse de manera independiente a los resultados de las elecciones. Y en segundo lugar, las elecciones generales deberán ser monitoreadas por un sistema externo al Tribunal Supremo Electoral (TSE)
“La situación actual en Bolivia requiere de acción proactiva e innovadora. La polarización social y la división política en el país encausan a la población a escenarios poco deseables que pueden ser evitados con la reorientación de las prioridades del liderazgo político del país”, manifestó.
A pesar de la inconstitucionalidad de la repostulación, el avance de la misma es inevitable y de no ser atendida apropiadamente, las narrativas contrarias pueden generar escenarios de confrontación que deriven en diversos niveles de inestabilidad política, económica y social.
El trabajo presentado propone separar los intereses del Estado de las aspiraciones del liderazgo político del país, a la par del establecimiento de garantías para la conducción de un proceso electoral transparente y legítimo.
Posiciona a la acción conjunta de ambos elementos para incentivar el respeto a los resultados de las elecciones y la legitimidad de las autoridades electas. Por un lado, gracias a la capacidad de la propuesta de salvaguardar contribuciones intelectuales y de visibilizar la posibilidad de diálogo entre el liderazgo político boliviano.
Por otro, permite transparentar el proceso electoral como garantía de la inviolabilidad del mismo proceso electoral. Elementos como la polarización social, el ajuste al modelo económico del país, la salud, el litio y la creación de una hoja de ruta para digitalizar al país son algunos de los elementos clave en los que el Estado debe priorizar.
Las negociaciones deben darse bajo la supervisión de un tercero. El monitoreo puede proceder de varias maneras: Un sistema organizado por la sociedad civil, una iniciativa por parte de organismos internacionales o una ONG o un sistema híbrido entre ambas opciones.
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