La policía descartó que el crimen se haya realizado una
por deuda económica de súbditos colombianos como se manejaba en redes sociales.
Al promediar las 16:30 de la tarde de ayer
domingo, bajo una copiosa llovizna, salió el cortejo fúnebre con los 6 cuerpos
de la familia Guzmán, oriundos de la comunidad de Macha – Potosí, que fueron
asesinados por el padre, todo por un crimen pasional; los restos fueron
llevados al cementerio Divina Paz (ex San Gerónimo), donde los ciudadanos y
residentes potosinos les dieron el último adiós.
En el último informe que brindó el comandante
de Frontera Policial, Ariel Torrez Guerrero, dijo que el macabro hecho que
consternó a toda la población yacuibeña, apuntó a un problema pasional que
tenía el esposo identificado como Francisco Roberto Guzmán Colque, quien no
pudo superar que su esposa a la cual abandonó hace 3 años, haya rehecho su vida
con otro sujeto, y que tomó esa dura decisión de acabar con la vida de toda su
familia. Simona Ojeda (29), María Isabel Guzmán Ojeda (12), Maribel Guzmán
Ojeda (10), Rebeca Guzmán Ojeda (9), Miguel Guzmán Ojeda (7).
La familia llegó a Yacuiba el año pasado, en
el mes de noviembre aproximadamente con el propósito de “empezar una nueva
vida”, escapando de la relación que tenía la mujer en Potosí, el esposo se
dedicaba a trabajar de camionero y la esposa era ama de casa y tenía algunos
trabajos eventuales en el mercado vendiendo hortalizas, ambos tenían 4 hijos.
La autoridad policial dijo que para confirmar
que se trataba de un crimen pasional, se sustrajo el celular del esposo, y se
determinó que envió un audio a su hermana a las 05:00 de la mañana del domingo y
le confiesa el horrendo crimen que había cometido.
En un segundo audio, el sujeto le pide perdón
a su hermana y le dijo que cobre unos dineros para que viva mejor y que su vida
llegó hasta aquí ya que no podía aguantar la traición y la infidelidad que
habría experimentado en la ciudad de Potosí por parte de su esposa. Guzmán
habría utilizado un tubo de metal, piedras y un cuchillo para acabar con la
vida de su esposa y sus cuatro hijos.
Posteriormente, él procede a quitarse la vida
tomando órganos fosforados y trató de ahorcarse con un cinturón en la misma
habitación.
Como antecedente, en el mes de febrero se
tenía ya una denuncia por parte de la esposa, por violencia física, y el caso
fue derivado a la Fiscalía, sin embargo la esposa presentó el desistimiento del
caso para que su marido no vaya preso. Incluso la prima hermana de la occisa,
mediante Messenger, confirmó que la pareja tenía peleas debido a la supuesta
infidelidad de la esposa.
Los cuerpos sin vida, fueron velados en el
salón de los Cocanis de la avenida San Martín, entre las calles 21 de Enero y
10 de Noviembre y posteriormente fueron llevados al cementerio Divina Paz.
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