Al menos 79 personas murieron en las inundaciones en la provincia
indonesia de Papúa, según un nuevo balance oficial publicado ayer por la oficina de
gestión de desastres.
Entre las víctimas, un bebé de cinco meses rescatado entre los escombros
pudo reunirse con su padre, después de que el resto de la familia falleciera en
la tragedia.
"El balance de muertos todavía puede aumentar porque 43 personas
están desaparecidas", precisó el portavoz de la Agencia Nacional de
Gestión de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho.
Las lluvias torrenciales provocaron el sábado inundaciones en Sentani, a
unos 20 km de la capital provincial de Jayapura.
Decenas de personas resultaron heridas y 5.700 fueron evacuadas,
según el ejército. El gobierno decretó el estado de emergencia durante
14 días.
Las inundaciones son frecuentes en Indonesia durante la estación de
lluvias, que va de octubre a abril.
En enero, al menos 70 personas murieron en inundaciones y corrimientos
de tierras en el sur de la isla de Célebes.
En las últimas semanas cientos de habitantes tuvieron que evacuar los
alrededores del río Citarum, en la provincia de Java Occidental, debido a las
inundaciones.
Por otro lado, tres personas -entre ellas dos turistas malasios-
murieron y otras 182 resultaron heridas el domingo a raíz de un corrimiento de
tierras provocado por un terremoto en la isla turística de Lombok.
La provincia indonesia de Papúa está situada en el oeste de la isla de
Nueva Guinea, cuya otra mitad es Papúa Nueva Guinea, una antigua colonia
australiana que se independizó.
Es una de las
regiones más pobres de Indonesia y escenario de enfrentamientos esporádicos
entre independentistas y el ejército.
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