Se trata de una organización a nivel internacional del cual Bolivia es parte y en Yacuiba existe alrededor de 15 personas que son parte activa en repudio del aborto, porque consideran que primero está la vida de acuerdo a lo que señala la Biblia.
Dos mujeres activistas de la fundación Provida, la mañana del jueves colocaron un letrero en puertas de la Iglesia San Pedro, la cual indica “40 días de oración, por el fin del aborto”; se trata de una actividad internacional rechazando el aborto y promoviendo la vida ante las adversidades de la vida. La actividad comenzó el miércoles y se extenderá por 40 días, pidiendo a Dios en oración para que se termine el aborto en el mundo.
“Lo que pretendemos con esta campaña de oración, es de que la vigilia sea por 24 horas del día, pero por el tema de la pandemia a nivel mundial se hace semipresencial, por horas nada más, y no puede haber más de dos personas. Yacuiba tiene el honor y privilegio de sumarse a esta campaña que se viene haciendo hace cinco años en Bolivia y ya son 7 ciudades las que se suman a la campaña de oración y ayuno, para frenar el aborto y orar por la conversión de las personas que practican el aborto, porque muchos están manchándose de sangre con el aborto y por ellos también oramos para que cambien su forma de proceder y vuelvan al Señor”, dijo Luisa Galarza, activista de la fundación Provida.
Ellos están en total desacuerdo con la práctica del aborto y consideran que bajo ninguna causal se debe permitir esta figura en el mundo, a pesar de que menores de edad hayan sido violadas, consideran deben dar a luz a ese nuevo ser y si no lo quieren pueden dar en adopción a personas que no pueden concebir, por lo que rechazan las leyes que existen en el país o normativas que apoyan el aborto, la cual consideran que está en contra de las leyes de Dios.
Como fundación Provida se reunieron con la Defensoría del Pueblo, que va en contraposición de lo que ellos pregonan, considerando que la Defensoría, es la que promueve la interrupción del embarazo en menores de edad, cuando es producto de una violación, la cual está sustentada bajo una sentencia Constitucional. En ese sentido, a pesar de las gestiones que realizaron, no fueron escuchadas, porque prima la ley del hombre antes que la ley de Dios.
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