Chile votó para elegir presidente este domingo entre dos candidatos favoritos, la izquierdista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast, en comicios marcados por el temor a la delincuencia, que una mayoría vincula con la migración irregular.
Las votaciones cerraron a las a las 18.00 (21.00 GMT) y se
esperan resultados oficiales a partir de las 20.00 (23.00 GMT).
Pese a ser uno de los países más seguros del continente, la
campaña estuvo dominada por el miedo ante el aumento del crimen, lo que
propulsó a la extrema derecha y su plan de deportaciones masivas y combate
frontal a la delincuencia.
Jara, una comunista moderada que representa a una coalición
de centro-izquierda, y Kast, jefe del Partido Republicano, figuran como
favoritos.
-Balotaje-
Sin embargo, ninguno alcanzaría el apoyo suficiente para
evitar un balotaje el 14 de diciembre, en el que finalmente se decidiría el
sucesor del izquierdista Gabriel Boric.
La ultraderecha también tiene opciones de avanzar con
Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario y quien es visto como la
versión chilena del presidente argentino, Javier Milei.
«Falta mano dura en Chile, es muy blanda. Si no se entra con
todo, ¿cómo va a ser? (…) Hay que cerrar la frontera y a los irregulares todos
para afuera», dijo a la AFP Raúl Lueiza,
un trabajador de la construcción, de 64 años, tras emitir su voto por Kaiser en
Santiago.
Pero si «gana la extrema derecha es como retroceder en
tantas cosas que se han ganado en beneficio de las mujeres, que aunque Kast lo
niegue es un gallo (una persona) machista», afirmó en cambio Patricia Orellana,
una vendedora de 56 años tras sufrajar por Jara.
-Violencia-
Una violencia desconocida en Chile desplazó el anhelo de
cambio que hace cuatro años catapultó al poder a Boric y su promesa fallida de
cambiar la Constitución heredada del dictador Augusto Pinochet (1973-1990),
tras el estallido social de 2019.
Los homicidios aumentaron un 140% en la última década, para
pasar de una tasa de 2,5 a 6 por cada 100.000 habitantes en 2024, según el
gobierno.
En tanto, el año pasado la fiscalía reportó 868 secuestros,
un 76% más con respecto a 2021.
Si bien son estándares bajos incluso a nivel mundial, el
problema es «la llegada del crimen organizado y delitos desconocidos hasta
ahora en nuestro país, como el sicariato», sostiene Gonzalo Müller, director
del Centro de Políticas Públicas.
Los chilenos renovaron igualmente la Cámara de Diputados y
la mitad del Senado.
-Seguridad-
La campaña estuvo dominada de principio a fin por las
propuestas de seguridad, lo que incluso obligó a Jara a relegar sus ideas sobre
planes sociales para hablar sobre sus estrategias contra el crimen.
Este domingo criticó a sus rivales por «exacerbar el temor».
Eso no «da para gobernar un país (…) se requiere tener capacidad de acuerdo,
tener capacidad de diálogo», afirmó.
La exministra de Trabajo de Boric, de 51 años, anticipó en
campaña que no tendrá «ningún complejo en materia de seguridad», pero que
también garantizará que los chilenos tengan «la seguridad de llegar a fin de
mes».
Uno de sus planes contra el crimen organizado es el
levantamiento del secreto bancario para atacar sus finanzas.
De cara a un eventual balotaje, «todos los estudios indican
que (ella) pierde con cualquiera de los candidatos de oposición», dice Rodrigo
Arellano, analista de la Universidad del Desarrollo.
-Camino allanado-
Su principal rival compite por tercera vez a la presidencia.
Kast, de 59 años, dirigió su campaña contra los 337.000
migrantes en condición irregular, en su mayoría venezolanos.
Su mensaje caló en medio de la conmoción causada por el Tren
de Aragua, la temible banda de origen venezolano implicada en secuestros,
extorsiones y otros delitos que ha extendido sus operaciones por Sudamérica.
Se necesita «unidad para enfrentar los problemas que hoy día
nos afligen, que son problemas en el área de la seguridad», dijo tras votar en
Paine, en las afueras de Santiago.
«La mayoría de las personas le van a decir que tienen
miedo», remarcó.
Kast promete deportaciones masivas y un «escudo fronterizo»
para frenar el ingreso de extranjeros sin papeles, que incluye cercas metálicas
y zanjas.
En tanto, Kaiser asumió el discurso más radical contra los
migrantes sin estatuto legal.
«Aquí está en juego si se sigue profundizando la desconexión
de América Latina con los Estados Unidos y el mundo libre», dijo a la prensa,
tras sufragar en Santiago.
Así, las elecciones de este domingo definen si Chile tendrá
un gobierno de extrema derecha 35 años después del fin de la dictadura de
Pinochet.
La Razón
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