“Le entregué más de 300 mil bolivianos. Me ofreció dólares a un tipo de cambio menor a nueve bolivianos, supuestamente porque el monto era alto”, lamentó una de las personas que confió en Miguel Andrés P.C. Ayer, un juez cautelar ordenó su detención preventiva por cinco meses en el penal de San Antonio, en Cochabamba, por el delito de estafa agravada con múltiples víctimas, mientras continúan las investigaciones.
No es la única afectada. La mayoría de las víctimas son
comerciantes que necesitaban dólares para sus actividades económicas.
Inicialmente se hablaba de 25 personas, pero ayer manifestaron que más
denunciantes se están sumando tras enterarse de su deportación desde Estados
Unidos y aprehensión en Bolivia. Sobre su pareja, Kiara Alexandra S.Q., también
pesa una orden de aprehensión. Dos comerciantes afirmaron que entregaron dinero
a Kiara Alexandra: una le dio 50 mil bolivianos —se enteró ayer del caso y se presentó;
vende juguetes en Quillacollo— y otra entregó 375.500 bolivianos.
Ambos lograron ganarse la confianza de las víctimas y, al
inicio, cumplieron con los primeros acuerdos para conseguir montos mayores,
antes de huir a Estados Unidos.
La abogada de las víctimas, Pamela Caballero, informó que el
monto estafado supera los dos millones de dólares y que van activándose más
procesos porque habría más afectados.
Opinión
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