El Partido Demócrata Cristiano (PDC) consolidó su fuerza en la Asamblea Legislativa: de las 22 comisiones permanentes entre ambas cámaras, 11 son presididas por legisladores de esa organización política.
En la distribución, de acuerdo con los reglamentos, Unidad,
aliado oficialista, preside cuatro comisiones; mientras que Libertad y
Democracia (Libre), cinco, aunque de las de menor incidencia.
Quedaron sin cuota APB-Súmate, Alianza Popular y el
Movimiento Al Socialismo (MAS), que tienen una mejor representación
legislativa.
-Comisiones-
El PDC, junto a la alianza Unidad, ha girado hacia una
gobernabilidad basada en el consenso, evitando confrontaciones polarizadas. La
distribución de comisiones refleja esa apuesta por el diálogo institucional.
En la Cámara de Diputados, Roberto Julio Castro (PDC) fue
elegido presidente con 120 de los 121 votos posibles. Su liderazgo se
complementa con un equipo plural, pero el mando recae firmemente en el PDC.
Mientras tanto, en el Senado, Diego Ávila Navajas (PDC)
obtuvo 32 votos a favor, dos en contra y dos en blanco, de un total de 36
senadores presentes, para asumir la presidencia.
La fortaleza parlamentaria del PDC se refleja también en las
comisiones: desde la Constitución hasta Economía, Política Internacional y
Seguridad, los demócrata-cristianos controlan espacios considerados clave para
el debate legislativo y la supervisión y gobernabilidad del Gobierno.
-Diputados-
Este reparto de poder no solo subraya la mayoría numérica
del PDC y sus aliados, sino también su apuesta institucional. La presidencia de
ambas cámaras se logró con un respaldo casi unánime en los votos.
Representantes del PDC defienden que esa configuración
permitirá avanzar en reformas sin aislar a otras fuerzas políticas. Afirman que
“presidir no significa imponer”, sino liderar con responsabilidad, construyendo
consensos en temas sensibles como la fiscalización, el presupuesto y los
controles institucionales.
Con esta estructura, la nueva legislatura tiene un desafío:
la gobernabilidad institucional. La mayoría parlamentaria del PDC apunta a
evitar bloqueos legislativos, al tiempo que se compromete a mantener espacios
técnicos con otras bancadas.
En la configuración de las comisiones y presidencias, hay
algunos casos que llaman la atención. Por ejemplo, el senador Branko
Marinkovic, que preside la Comisión de Tierra y Territorio, Recursos Naturales
y Medio Ambiente, estuvo en el centro de la polémica por la posesión del predio
“La Bendita”, que suma 33.000 hectáreas entre 21.000 en “Tierras Bajas del
Norte” y 12.000 en “Laguna Corazón”.
-Senadores-
Según el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), solo
le corresponden 5.654 hectáreas, mientras que 28.359 hectáreas son tierras
fiscales del Estado, y más de 3.000 hectáreas fueron revertidas por
“irregularidades” en la adquisición.
El caso, iniciado durante el gobierno del MAS entre 2008 y
2010, estuvo marcado por la tensión política, dado que Marinkovic era opositor
y presidente del Comité Pro Santa Cruz. Denunció persecución política, mientras
el Estado lo acusaba de acaparamiento y de incumplir la Función Económico
Social.
Aliado del presidente Rodrigo Paz, el líder de Unidad,
Samuel Doria Medina, cuestionó la designación del empresario en esa comisión
dijo que es algo como permitir que “los gatos cuiden la alacena”.
-Presidentes-
Otro caso es el del presidente de la Comisión de Naciones y
Pueblos Indígena Originario Campesinos e Interculturalidad, José Manuel
Ormachea, que no tiene representación indígena o de alguna organización social.
Mientras que el diputado decano Juan del Granado, de Unidad,
fue elegido en la primera comisión y la más importante de su cámara:
Constitución, Legislación y Sistema Electoral.
Tanto diputados y senadores, comprometieron sus esfuerzos
para llevar adelante una gestión legislativa “lejos de los bochornos y peleas”
que caracterizaron a la anterior legislatura 2020-2025.
La Razón
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