El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este miércoles como “acto de terrorismo” el tiroteo que dejó a dos integrantes de la Guardia Nacional gravemente heridos.
Además del mandatario, funcionarios, senadores y habitantes
de Washington han expresado su rechazo y sorpresa por este ataque armado.
“La violencia contra nuestros hombres y mujeres uniformados
es repugnante”, escribió el senador republicano de Florida, Rick Scott, en su
cuenta oficial de X, tras el ataque.
Otras figuras políticas han calificado como “repugnante” el
ataque, como el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien además agregó que
es necesario “orar por las familias” de los dos uniformados que se encuentran
en estado crítico en dos centros asistenciales.
Finalmente, el senador republicano de Virginia Jim Justice
dijo “simplemente, merecemos estar seguros en nuestras ciudades. Merecemos
estar seguros en nuestros hogares” y agregó que espera que las autoridades
federales procesen al responsable.
El presunto tirador ha sido identificado como un ciudadano
afgano que entró en Estados Unidos en 2021 y residió en el estado de
Washington, de acuerdo con diversas fuentes anónimas citadas por medios como el
Washington Post o CNN.
Sorpresa entre los capitalinos
Trabajadores de restaurantes aledaños a la estación de metro
donde fueron atacados los militares, oficinistas que caminaban por la zona y
personas que escucharon los disparos desde sus edificios calificaron el hecho
como “sorpresivo”.
Algunas personas compartieron videos en redes sociales del
momento en el que el sospechoso de atacar a los miembros de la Guardia Nacional
era sometido por las fuerzas policiales y otros compartieron fotos de la escena
del crimen.
La entrada de estación de tren donde los policías fueron
atacados se llama Farragut West, a 500 metros de la Casa Blanca y es dedicada
al almirante David Farrafut, quien en vida fue el responsable de victorias de
la Unión durante la Guerra de Secesión.
Antecedentes
Además, el ataque fue sorpresivo porque sucede en la víspera
de día de Acción de Gracias, cuando el presidente Donald Trump se encuentra
fuera de la capital, en su mansión de Florida.
El tiroteo es precedido por una serie de hechos históricos
cercanos a la Casa Blanca en la historia, como la entrada de un desconocido
durante la Segunda Guerra Mundial, un intruso con uniforme de karate en 1978 y
un piloto que estrelló su avión contra la residencia presidencial en 1994.
Recientemente, al menos cuatro conductores se han chocado
contra las barreras de seguridad, y en 2023 un joven intentó atacar al
presidente Biden.
Para reforzar la protección, el Servicio Secreto ha
instalado barreras adicionales, puertas reforzadas y ventanas balísticas. Aun
así, la Casa Blanca ha sido escenario de incidentes durante manifestaciones,
como en mayo de 2020 tras la muerte de George Floyd, y en 2014 un hombre armado
logró ingresar a la Sala Este antes de ser detenido, lo que refleja la
constante necesidad de vigilancia ante amenazas.
Agencias
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