Brasil estimó este sábado que la retirada de aranceles anunciada el viernes por Donald Trump sobre productos como el café va «en la buena dirección», pero espera obtener mayores reducciones en sus negociaciones con Estados Unidos, declaró el vicepresidente Geraldo Alckmin.
El presidente estadounidense firmó un decreto para retirar
el arancel mínimo del 10% en abril sobre importaciones agrícolas como carne de
res, plátanos, café y tomates, en momentos en que el gobierno está bajo presión
para reducir el costo de vida en Estados Unidos.
Pero Brasil sigue afectado por un arancel punitivo adicional
del 40% infligido por Washington a algunas de sus exportaciones, como la carne
de res y el café, de los que el gigante sudamericano es el primer productor y
exportador mundial.
Trump castigó así a Brasil en respuesta al juicio contra su
aliado el expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, condenado a 27 años de
cárcel por intento de golpe de Estado.
La retirada del arancel mínimo es «positiva y va en la buena
dirección», declaró Alckmin en rueda de prensa en Brasilia.
«Continuaremos trabajando para reducir más (los aranceles
impuestos a Brasil). En el caso del café, no es lógico mantener a 40%, dado que
Brasil es el principal proveedor de Estados Unidos», afirmó el vicepresidente.
«Hay una distorsión que debe ser corregida».
Washington y Brasilia negocian desde hace varias semanas
para poner fin a su disputa comercial, después de que una reunión entre Trump y
su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva en octubre en Malasia permitió un
deshielo de las relaciones bilaterales.
Las negociaciones se intensificaron esta semana con
encuentros entre los jefes de la diplomacia de ambos países, el estadounidense
Marco Rubio y el brasileño Mauro Vieira, el miércoles en Canadá y el jueves en
Washington.
Contrariamente a la mayoría de los países afectados por los
aranceles de Washington, la balanza comercial de Brasil respecto a Estados
Unidos es deficitaria.
Agencias
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