De 'ilustre desconocido' pasó a ser una de las personas más queridas del país “Vivir a 3.600 metros de altura me hizo ligero de cuerpo y pesado de alma”, escribió en su libro Difícil de entender, imposible de olvidar.
La llegada de Xabier Azkargorta al fútbol boliviano en 1992
coincidió con la conmemoración de los 500 años del desembarco de Cristóbal
Colón en América en 1492.
Cuando fue anunciado por la Federación Boliviana de Fútbol
(FBF) como técnico se cansaron de repetir que su nombre comenzaba con X y al
medio tenía la b. Publicaciones de la época referían que venía al país un
“ilustre desconocido” y “otro español que viene a llevarse la plata”.
Eran tiempos en que para conocer la trayectoria de gente
vinculada al fútbol, había que acudir al archivo impreso de revistas
especializadas en fútbol como El Gráfico de Argentina o Don Balón de España.
Internet era un sueño lejano, imposible en ese tiempo en
Bolivia.
“A lo de ilustre desconocido respondía con ilustre
ignorante”, contó alguna vez Azkargorta y era dirigida a quienes no conocían
del camino que había transitado como futbolista, técnico y también como médico
o periodista.
El enojo aumentó cuando, en un amistoso en La Paz, la Verde
cayó 1-3. “Te la comiste, vasco” fue el
título de una columna.
Luego fue la Copa América de Ecuador 1993. Bolivia jugó
bien, pero quedó en el camino en primera fase. El cambio llegó en las
eliminatorias con la exitosa campaña que derivó en la clasificación al Mundial
de Estados Unidos 1994.
Se convirtió en la persona más querida de Bolivia. Recibió
del Gobierno el “Cóndor de los Andes” en reconocimiento a su trabajo con la
Verde.
“Hay en mí un antes y un después desde que estuve en
Bolivia. Vivir a 3.600 metros de altitud me hizo ligero de cuerpo y pesado de
alma. Fue como una cura espiritual, una lección dura de supervivencia, un
contraste de futuro que apenas llega a las 24 horas de muchos bolivianos”,
escribió en Difícil de entender, imposible de olvidar.
Luego añade: “Mi figura adquirió tal dimensión en la
sociedad boliviana que preferí marcharme. Me habían convertido en una especie
de gurú, que podía solucionar todos los problemas de la sociedad”.
Después de un regreso a España y de allí dando saltos para
trabajar en Chile, México, China y en su país de nacimiento, volvió a Bolivia.
Eligió Santa Cruz para su residencia, allí conoció en 2011 a
Aracely Saucedo, con quien se casó un tiempo después.
De 2012 a 2014 dirigió por segunda vez a la Verde, en
reemplazo de Gustavo Quinteros, quien renunció para aceptar una mejor oferta
del Emelec de Ecuador. Esa vez no pudo repetir el éxito de la primera.
Con Bolívar fue campeón local y llegó hasta semifinales de
la Copa Libertadores de América de 2014.
En el país dirigió también a Oriente Petrolero y Palmaflor.
Su última labor pública vinculada al fútbol fue la dirección
deportiva de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) de 2022 a 2023.
Más de una vez dijo que no necesitaba hacer el trámite para
naturalizarse boliviano, pues “el cariño de la gente fue suficiente para ser
uno más”.
Azkargorta falleció el viernes en Santa Cruz a los 72 años
por complicaciones en su salud.
Cumpliendo su voluntad y cariño que le tuvo al país, sus
restos descansan desde este domingo en la capital oriental.
El Deber
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