El precio de la carne de res en Tarija continúa en ascenso y ya alcanza hasta 82 bolivianos por kilo en algunos mercados. Los carniceros atribuyen el incremento a los productores ganaderos y exportadores, mientras que desde las organizaciones vecinales exigen mayores controles al Gobierno para evitar la especulación y garantizar el abastecimiento interno.
El representante del sector de carniceros, Lorenzo
Velásquez, explicó que el precio de la carne blanda subió de 78 a 82 bolivianos
el kilo, mientras que los cortes para asado se venden por encima de los 70
bolivianos.
“Este incremento se debe a que el ganadero, el empresario
privado productor y exportador, supuestamente el Gobierno les dio el apoyo
total, y lo que están haciendo es vender al mejor postor”, manifestó.
El dirigente añadió que la situación se repite en todo el
país y no solo en Tarija, ya que existe salida irregular de carne por las
fronteras, especialmente por Yacuiba.
“Estamos preocupados. Ya enviamos una nota al presidente
Rodrigo Paz para que nos reciba y analice el origen de esta subida. En Santa
Cruz y Beni también hay escasez y son departamentos productores”, agregó.
Desde la Federación Departamental de Juntas Vecinales
(Fedjuve), su presidente Celestino Barro cuestionó que, pese a la reciente
caída del dólar, los precios de los alimentos no se hayan estabilizado.
“El nuevo Viceministerio de Defensa del Usuario y Consumidor
debe asumir su rol, reunirse con los ganaderos de Santa Cruz y elaborar una
hoja de costos para fijar precios justos. La población no puede seguir pagando
tanto”, expresó.
Barro recordó además que la normativa nacional establece que
los productores deben priorizar el abastecimiento interno antes de exportar,
por lo que pidió al Gobierno hacer cumplir esta disposición.
En la misma línea, el presidente de la Fedjuve Cercado,
Rodrigo Castillo, informó que tras un recorrido por distintos centros de abasto
constataron que el kilo de carne para puchero cuesta entre 34 y 38 bolivianos,
la carne de primera entre 70 y 80, y el pollo está alrededor de los 27
bolivianos.
“Ahora se ha vuelto un lujo comer carne. En muchos barrios
periurbanos la gente ha dejado de hacer asados, las parrillas están oxidadas
porque la carne está inalcanzable”, lamentó.
El dirigente también informó que enviaron una nota al
alcalde Rodrigo Paz para solicitar una regulación del mercado local y mayores
controles en las fronteras, con el fin de frenar el contrabando hacia países
vecinos, una de las causas que, según los gremios, presiona al alza de precios
en el mercado interno.
El País

No hay comentarios.: