La Cámara de Representantes terminó este miércoles con el cierre gubernamental más largo de la historia de Estados Unidos, tras 43 días de un duro pulso político. Que provocó cancelaciones de vuelos, el despido de miles de funcionarios y un debate sobre la sanidad pública que ahora entra en un nuevo capítulo.
Los representantes aprobaron por 222 votos a favor y 209 en
contra una resolución legislativa proveniente del Senado, que la había aprobado
a su vez el lunes. El martes fue feriado en Estados Unidos.
El presidente Donald Trump tenía previsto firmar la ley
presupuestaria esta misma noche, informó la Casa Blanca.
«Sabían que iban a causar daño, y lo hicieron de todas
maneras», acusó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en
alusión a los demócratas.
-Cierre-
«Seguiremos defendiendo los derechos de los
estadounidenses», había clamado poco antes, en el debate previo, el líder de la
bancada opositora, Hakeem Jeffries.
La aritmética parlamentaria favoreció a los republicanos,
que tienen una mayoría muy ajustada en el Congreso. Pero que han mostrado mejor
disciplina de voto en ambas cámaras.
Los demócratas en cambio aparecieron divididos entre un
liderazgo que quería mantener el pulso con el gobierno, y ciertos legisladores
moderados que optaron por romper filas.
Los servicios de investigación del Congreso calculan que el
país perdió hasta 14.000 millones de dólares en esta parálisis presupuestaria.
Unos 670.000 funcionarios volverán al trabajo con derecho a
sueldo a partir del jueves.
Agencias
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