Según un estudio, el 79% de las personas que padecen diabetes se sienten agobiadas por las exigencias que conlleva el control. La medicación implica gastos que no siempre se pueden cubrir.
Los pinchazos diarios para controlar el azúcar, el gasto en
insulina y medicamentos, y la incertidumbre de no saber si alcanzará el dinero
para costear los tratamientos angustian a María (62), que fue diagnosticada con
diabetes hace ocho años.
En este tiempo, ha
tenido que suspender su medicación en varias ocasiones, ya sea por agotamiento
o por la falta de recursos económicos.
“A veces he dejado el tratamiento porque la plata no me
alcanza para comprar la insulina, las tiras para el glucómetro y otros remedios
que tomo a diario. Me pincho dos veces al día para la insulina y una vez para
medir el azúcar, y eso también cansa”, se lamenta. Asegura que cada mes debe
destinar unos Bs 800 para cubrir su tratamiento y no siempre logra juntar
porque tiene como única fuente de ingreso la venta de empanadas.
Ella también sufre de hipertensión arterial, una enfermedad
asociada a la diabetes.
Como María, la mayoría de los pacientes con diabetes pasan
por una situación similar. Tres de cada cuatro de ellos interrumpen su
tratamiento porque se sienten abrumados por la rutina médica y los altos
costos, según una encuesta de la Federación Internacional de Diabetes (FID).
El estudio, realizado el año pasado, reveló que el 79% de
las personas que viven con diabetes sufren agotamiento emocional, provocado por
la tensión constante y las exigencias que implica el control diario de la
enfermedad.
“Teniendo en cuenta estas cifras, nuestra encuesta sugiere
que el bienestar mental de más de 400 millones de personas podría verse
afectado por la carga diaria que supone controlar su enfermedad. Si bien la
diabetes afecta tanto al bienestar físico como al mental, la atención suele
centrarse únicamente en el control de la glicemia, lo que genera una gran
sensación de agobio en muchas personas. Necesitamos ir más allá del control de
la glicemia para lograr una mejor calidad de vida para las personas con diabetes”,
afirmó el profesor Peter Schwarz, presidente de la FID.
Según estimaciones de la organización, en el mundo más de
500 millones de personas viven actualmente con diabetes, y se prevé que una de
cada ocho personas se vea afectada para 2045.
-Un mal silencioso-
La doctora Ángela Fierro, responsable del programa de
Enfermedades Prevenibles del Servicio Departamental de Salud (Sedes), explicó
que la diabetes es una enfermedad silenciosa que suele manifestarse recién
después de varios años, cuando ya aparecen las complicaciones.
“La diabetes no causa dolor ni molestias al inicio; los
síntomas aparecen cuando la enfermedad ya ha avanzado entre cinco y diez años.
Es decir, una persona puede ser portadora de diabetes durante mucho tiempo sin
saberlo y, al momento del diagnóstico, ya presentar complicaciones”, advirtió.
De ahí la importancia de realizarse controles anuales de
glicemia, peso, presión arterial y niveles de grasa en sangre. Estos estudios
permiten identificar si una persona tiene riesgo de desarrollar la enfermedad.
La doctora Fierro explicó que, antes de la diabetes tipo 2,
existe una etapa denominada prediabetes, en la que el nivel de azúcar en sangre
se encuentra entre 100 y 120 mg/dl. “Ese es el momento ideal para actuar,
adoptar un estilo de vida saludable y una alimentación equilibrada, porque una
vez que se diagnostica la diabetes, es una condición para toda la vida. La
diabetes no se cura, se trata”, enfatizó.
Según datos del Programa Nacional de Enfermedades No
Transmisibles, en 2023 se registraron 8.857 casos de diabetes tipo II por cada
100.000 habitantes, lo que significa que aproximadamente ocho de cada 100
personas en Bolivia viven con esta enfermedad crónica y silenciosa.
-Temor-
El miedo a desarrollar complicaciones (83%) es el factor que
más afecta al bienestar mental de las personas con diabetes. Otros factores son
la gestión diaria de la enfermedad (76%), el estigma y la discriminación (58%),
y el miedo a las agujas (55%), según el estudio de la FID.
Este 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes, una
fecha establecida para crear conciencia y promover el diagnóstico temprano de
la enfermedad y el tratamiento oportuno.
El Deber
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