Por: Denilson Edwin Ortega Olguin
La televisión es una de las principales fuentes para promover la educación en línea, sin embargo, en Bolivia en la crisis sanitaria, el Ministerio de Educación y la Televisión Pública no lograron producir programas educativos para resolver esta problemática de la enseñanza aprendizaje, limitándose la misma al mero entretenimiento.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que realizó un sondeo de opinión a 1.200 jóvenes, dio como resultado, que usan la televisión como su principal fuente de entretenimiento que frecuentan día a día, niños y jóvenes.
Las familias por la pandemia, se quedaron bajo resguardo en sus hogares por su salud, haciendo frecuente distraerse con la televisión por largas horas, que ocasionaron inconscientemente daño a sus hijos; ya que como sabemos es un medio barato y accesible para cualquier familia.
Pareciera que la televisión solo presenta puntos malos… pero en su buen uso puede ser muy enriquecedora, un ejemplo de esto son los países vecinos como Argentina y Perú que implementaron programas de televisión especialmente para la educación.
La periodista Natalia Seas Yelma, jefa de redacción del diario El País, sostuvo que: “a muchos de los países les está funcionando las nuevas implementaciones en cuanto a “la educación a larga distancia”. Seas lamentó que: “la educación en nuestro país es muy pobre y que los jóvenes y niños utilizan la televisión, la computadora o el teléfono como un instrumento para “entretenerse y no para aprender”. A eso se suma que los maestros no tienen interés en actualizarse para enseñar.
También menciona que los programas que ofrecen contenido educativo en nuestro país están contados. En su mayoría, todos los canales públicos ofrecen telebasura, contenidos violentos o mal educados, lamentablemente estos programas tienen televidentes, si en caso no hubiera personas que los sigan, no existiría ese tipo de programas.
“Una de las causas por las que los niños y jóvenes ven la televisión constantemente, es porque les ocasiona una especie de “recompensa” y todo ser humano tiende a repetir una acción, ya que como se sabe, es un medio de entretenimiento y diversión, por ende, hará que los niños y jóvenes estén al pendiente de este aparato”, enfatizó la psicóloga, María Verónica Chamón.
Chamón indicó además que la televisión es un medio de consumo, que en algunos casos puede llegar a afectar el consumo excesivo de la televisión al cuerpo y la mente, como todo medio de entretenimiento debe ser regulado y en este caso por los padres. También dio a conocer algunas recomendaciones para poder evitar el uso desmedido, uno de los puntos más importantes es poner horarios, y buscar alternativas diferentes todos los días, sin caer en la monotonía de la televisión.
Durante el encapsulamiento, se ha descontrolado el uso de la televisión y otros aparatos electrónicos, no solo en los niños y jóvenes sino, en todos los miembros de la familia, sin embargo, los niños son más propensos a padecer usos excesivos de algunos aparatos y también a sufrir daños psicológicos, como incremento de agresividad, lenguaje inadecuado, perdida de atención e imaginación entre otros, todo por la programación que emiten y ante la falta de control de los padres en las noches con estelares no aptos para los niños y jóvenes.
Los niños, son parte del numeroso público expuesto a la televisión, y probablemente el más vulnerable ante sus mensajes, dada su incompleta formación ideológica, social, cultural y de valores, desde la que son interpretados y asimilados los mensajes. Destacamos la importancia de realizar un adecuado control social de la televisión, sometiendo a revisión de los contenidos, adecuándolos a las características de los espectadores, a su nivel de desarrollo, conocimientos y capacidades de aprendizaje, solo de este modo el aprendizaje mediado ofrecido por la televisión potenciaría determinadas habilidades cognitivas y comportamientos sociales.
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