Javier Crespo, secretario regional de esa cartera, informó que fue lanzada la convocatoria para que las familias accedan al programa, como ya fueron dotadas las semillas, en sus diferentes variedades, para que en cada comunidad unas 10 a 12 familias puedan cultivarlas. “Rebasamos las 200 familias, ya están las almacigueras preparadas y otras ya hicieron la siembra correspondiente”, agregó Crespo.
Asimismo, afirmó que el equipo técnico está trabajando en la asistencia técnica y las supervisiones en las zonas de cultivo, todo en el marco de las políticas de reactivación económica definidas por el gobernador regional, José Quecaña. De igual manera, el enfoque es reactivar el trabajo agrícola de los miembros de las comunidades con todas las medidas de distanciamiento social y bioseguridad.
El plan de contingencia definido por la entidad pública permitió a la Secretaría de Pueblos Indígenas, proponer una salida a la crisis mediante un plan de reactivación económica para las comunidades, para que la gente ingrese en una dinámica que les ayude a soslayar las deficiencias económicas que ha provocado el Covid-19, luego de un periodo paralización de actividades mayor a los dos meses.
Los huertos comunales, según el secretario, permitirán optimizar la productividad de superficies pequeñas y en zonas no alejadas del habitad de las familias; puesto que, los terrenos de cultivo, en su mayoría, están instaladas en la parte posterior de las viviendas. “Estamos trabajando en optimizar recursos y espacios en un pueblo que está preparado para ello por su larga experiencia”, agregó.
Para Crespo, la reactivación económica de los pueblos indígenas es posible a partir de la propia mecánica de las familias y la lógica comunal de su organización, en un inicio a partir de la producción para el autoconsumo o, en otros casos, con el excedente, proceder al intercambio y comercialización.
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