AFP
El país registró no obstante 195 muertos de Covid-19 por
millón de personas, según el Ministerio de Salud, frente a 324 en el caso de
Estados Unidos y 565, en Italia. El estado de Sao Paulo, también superó un
umbral simbólico este jueves, el de los 10.000 muertos (10.145), para 162.520
contagios.
Brasil superó este jueves los 40.000 muertos por el nuevo
coronavirus y los 800.000 casos confirmados, según el último balance del
Ministerio de Salud.
El gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes,
registró 40.919 fallecidos, entre ellos 1.239 en las últimas 24 horas, y
802.828 contagios, la segunda cifra más alta del mundo después de Estados
Unidos.
Se espera que Brasil supere próximamente a Reino Unido
(41.279 muertos), como el segundo país con más fallecidos por Covid-19, aunque
la mayoría de los expertos consideran que las cifras oficiales están muy por
debajo de la realidad, debido a la falta de pruebas de detección del coronavirus.
El país registró no obstante 195 muertos de Covid-19 por
millón de personas, según el Ministerio de Salud, frente a 324 en el caso de
Estados Unidos y 565, en Italia.
El estado de Sao Paulo, el más rico y poblado del país,
donde apareció el primer caso en Brasil el 26 de febrero, también superó un
umbral simbólico este jueves, el de los 10.000 muertos (10.145), para 162.520
contagios confirmados.
Eso no impidió la reapertura de los centros comerciales en
Sao Paulo, con numerosas restricciones y horarios reducidos, en la víspera del
"Día de los Enamorados", el equivalente brasileño de San Valentín.
El miércoles, las demás tiendas ya habían reabierto sus
puertas, provocando aglomeraciones en las zonas comerciales más populares.
Tumbas en Copacabana
Los centros comerciales también retomaron sus actividades en
Rio de Janeiro, el segundo estado más afectado por la epidemia, con 7.363
muertos y 75.775 casos confirmados.
A la entrada de esos espacios, agentes de seguridad tomaron
la temperatura de los clientes, y solamente se habilitó un tercio de las plazas
de aparcamiento.
El jueves por la mañana, en la famosa playa de Copacabana,
uno de los lugares más turísticos de Rio, la ONG Rio de Paz cavó simbólicamente
un centenar de tumbas en la arena para homenajear a los muertos por coronavirus
y protestar por la "incompetencia" de las autoridades brasileñas.
"Estamos aquí para reclamar un cambio de actitud del
presidente de la República, que debe entender que nuestra nación enfrenta el
momento más difícil de su historia", declaró a la AFP Antonio Carlos
Costa, el presidente de la ONG.
Desde el principio de la pandemia, el presidente
ultraderechista Jair Bolsonaro no ha dejado de quitarle hierro a la Covid-19,
que ha calificado de gripecita, y ha insistido en evitar las medidas de
confinamiento para salvar la economía.
Uno de los que se ha opuesto a Bolsonaro en esta crisis, el
gobernador de Rio de Janeiro, Wilson Witzel, está también inmerso en una
polémica. El miércoles, la Asamblea Legislativa del estado inició un proceso de
destitución contra él, por sospechas de que estuvo implicado en una red de
desvío de fondos destinados a la lucha contra el coronavirus.
El jueves, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, otro
enemigo acérrimo del presidente, anunció por su parte la firma de un acuerdo
para producir una vacuna del laboratorio chino Sinovac Biotech, que se probará
con 9.000 voluntarios brasileños a partir de julio.
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