Millones de personas se preguntan cómo Estados Unidos ha pasado en pocas semanas a ser el epicentro de la pandemia del coronavirus.
Los estadounidenses todavía recuerdan cuando el presidente Donald Trump desde el Foro de Davos, en enero pasado, señaló que la situación “estaba controlada”.
En ese momento, Trump afirmó al canal estadounidense CNBC que “es sólo una persona que vino de China y lo tenemos bajo control. Todo va a estar bien”.
Pasaron los días y, pese las denuncias de inacción de expertos y críticos del Gobierno, Trump insistía en que el virus iba a “desaparecer como un milagro cuando llegara el calor”.
Sin embargo, al mes y medio de aquellas afirmaciones la primera potencia mundial ya se había convertido en el nuevo epicentro mundial de la pandemia de Covid-19.
Según datos de la Oficina del Censo, más de 27,5 millones de estadounidenses no tienen acceso a seguros de salud, lo que podría llevar a que muchos que presenten síntomas o requieran tratamiento no acudan a los hospitales por temor a los elevados costos.
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