El aumento de feminicidios en Bolivia es una situación social
cada vez más preocupante. Bolivia es el país sudamericano donde más mujeres son
asesinadas. Estos crímenes relacionados específicamente al género y sexo de su
víctima están vinculados directamente a factores culturales, psicológicos y
socioeconómicos.
La cultura
La sociedad boliviana aún carga un pesado lastre de pensamiento
machista. Los conceptos de masculinidad y feminidad, propios de siglos pasados,
condicionan en muchas ocasiones los vínculos afectivos y las relaciones de
poder observadas dentro de las parejas. Y es que gran parte de los feminicidios
ocurridos en el país son perpetrados por parejas o exparejas de las
víctimas.
Observamos aquí una clara deformación de conceptos como amor,
intimidad y posesión. Conceptos que son formados desde la niñez mediante la
observación de los patrones conductuales de los padres, el apego emocional
generado a través de la relación con estos mismos e información recibida
mediante los medios de comunicación, el cine, y otros contenidos audiovisuales
y escritos. Por lo que estaríamos en presencia de un problema intergeneracional
y transgeneracional.
La salud mental. Desde mi perspectiva, el feminicida presenta un
pensamiento central que se podría nombrar como “la posesión del otro”.
Una posesión que se reafirma durante años mediante la manipulación, el maltrato
físico y psicológico. Sin embargo, para que este ciclo se mantenga, en muchas
ocasiones también es necesaria una pareja que cuente con una perspectiva
normalizada de las relaciones afectivas vinculadas a la agresión esporádica o
continuada en alguna de sus formas. Obviamente la mantención de una relación
afectiva donde la agresividad prima, se compone de otros muchos factores, sin
embargo, el concepto de amor con que cuente cada uno de los integrantes de la
pareja jugará un papel fundamental.
Pregunto ¿Será importante cuidar nuestra salud mental?
BÁRBARO FRANCISCO RODRÍGUEZ LEAL
Psicólogo
barbaror333@gmail.com.
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