Lic. Carlos Edgardo Rodríguez
Galean
Históricamente se entiende que el maestro es el más sabio y que tiene
siempre la razón, pero sabemos que en nuestra realidad no es siempre así,
debemos percibir que al enseñar, el profesor también aprende con la curiosidad,
las dudas de los estudiantes, pueden construir un conocimiento significativo.
La sociedad por décadas y décadas, ha creído que el maestro es el dueño
del saber, que lo sabe todo, actualmente se continúa con ese estigma, sin
embargo sabemos una gran mayoría que el aprendizaje se construye día a día a
partir de la pregunta, que nace como consecuencia de la curiosidad.
Crear hábitos de preguntar en las y los estudiantes es fundamental,
porque constituye el camino a la verdad y el papel del educador debe ser, el
que enseñe a preguntar desde muy temprana edad. No importa que la pregunta
parezca no tener razón, pero para el que pregunta puede tener mucha importancia
y esté bien planteada. La producción de textos a partir de las necesidades y
curiosidades de las y los estudiantes, permite que los estudiantes estén
motivados para producir.
El profesor es el encargado de
decir la verdad sobre el conocimiento que va impartir, por lo tanto debe
prepararse y dar o alcanzar con diálogo las respuestas adecuadas con diferentes
estrategias que permitan a los estudiantes, comprender y satisfacer sus
curiosidades de las diferentes preguntas, partiendo siempre desde un
pensamiento epistémico para construir textos significativos para nuestros niños
y niñas, partiendo siempre de nuestra realidad.
La pregunta es la fuente del conocimiento dentro de diferentes ámbitos
en la familia, escuela, comunidad, universidad, etc. es una técnica que permite
construir aprendizajes a partir de las necesidades que se presentan en la vida
cotidiana de los seres humanos, por lo que una buena respuesta satisface las
curiosidades de quien hace la pregunta.
Por lo que el maestro lo primero que debe hacer, es enseñarle a
preguntar a sus estudiantes, para que puedan descubrir sus curiosidades y tener
la suficiente capacidad para elaborarlas y construir textos a partir de la
pregunta.
Para hacer que las y los estudiantes se sientan en la confianza de
realizar preguntas, los contenidos deben ser didácticos, de fácil comprensión,
que sean de su vivencia, experiencia para ser conceptualizados, cambien su
situación y transformen el universo en conjunto. Es por eso que se debe
seleccionar desde su realidad para facilitar al niño o niña en la realización
de preguntas para construir textos a partir de la pregunta. No se trata de que
los estudiantes aprendan o repitan para ser promovidos sino que lo importante
es enseñar a pensarse y pensar la realidad como actividad mental constitutiva
de redes de significaciones a partir de la pregunta, articulando lo “dado” con
lo “dándose” para conformar proyectos subjetivos e intersubjetivos.
Hugo Zemelman
M. nos habla del Pensamiento Teórico y el Pensamiento Epistémico: el pensar teórico es una lógica
planteada sobre muchos aspectos, pueden tener las mejores ideas el mejor
contenido más no así ser posible su aplicación, mientras que el pensamiento epistémico está sustentado
en la producción del conocimiento en base a la práctica, la experimentación, es permitir que el
pensamiento se pueda colocar ante las circunstancias. Se plantea la dificultad de colocarse frente a las circunstancias sin anticipar ninguna propiedad sobre ellas. Es un tema fundamental porque cuando se dice “colocarse ante las circunstancias”, frente a las realidades
políticas, económicas, culturales, significa
que estamos construyendo una relación de
conocimiento
sin que ésta quede encerrada
en un conjunto de atributos; porque eso
sería ya una afirmación teórica. Es difícil esta forma de pensamiento epistémico porque la tendencia es ponerle siempre nombre a las
cosas. Hay que vencer esta tentación; más bien la tarea sería preguntarse
¿cuántos nombres puede tener?
Que la necesidad
de resignificar surge precisamente por el desajuste entre la teoría y la
realidad que se da por algo elemental: el ritmo de la realidad no es el ritmo
de la construcción conceptual y cuando no tenemos conciencia de que se está
dando un desajuste entre la teoría y la realidad que se pretende denotar,
resulta que estamos inventando realidades. Entonces debemos entender que la
teoría por más brillante que sea no resuelve algunos problemas porque siempre
corre el riesgo de desfasarse de la realidad.
Lo que hay que
reflexionar es sobre el pensamiento
teórico y el pensamiento epistemológico, el teórico tiene un contenido claro de
la realidad, pero el pensamiento
epistemológico no tiene contenido se construye a partir de esa realidad es como
construir el predicado.
Por lo que
todos los educadores debemos hacer que nuestros estudiantes sean los
arquitectos de su aprendizaje a través de la pregunta desde su realidad donde
vive con un pensamiento epistémico, para construir un aprendizaje significativo
que satisfaga sus necesidades en su vida diaria.
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