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Max Arturo Fernández, responsable del Slim-Caraparí, informó que el equipo multidisciplinario viene trabajando dentro del marco de la prevención, donde vieron afectado el mecanismo que se tenía el año pasado, pero por la firme decisión en la presente gestión, se entabló el Slim Móvil, en tal sentido, visitaron el Distrito Cuatro, donde el personal visitó casa por casa brindando charlas sobre la prevención de cualquier tipo de violencia y orientando dónde asentar la denuncia.
“La Ley 348 exige que tengamos que hacer la prevención, buscamos reducir de cierta manera el índice de lo que es la violencia en nuestro municipio de Caraparí, de que si bien tenemos un número menor de violencia en relación al año pasado, es decir, a denuncias formales que tenemos ante nuestro Ministerio Público, lo cual no implica que se haya reducido la violencia en ciertos hogares de nuestro municipio”, declaró Max Arturo Fernández, responsable del Slim Caraparí.
El trabajo casa por casa se lo viene desarrollando con una amplia orientación de orden legal en todo tipo de violencias y por ende, la psicóloga hace un abordaje para poder determinar si se encuentra o no violencia, logrando verificar que sí existe violencia, pero que aún a las víctimas les cuesta dar ese paso, de poder llegar a formalizar la denuncia y en este particular, al Slim le queda el desafío de continuar trabajando.
Debido a la pandemia del coronavirus y el largo tiempo de confinamiento, de cierto modo aumentó la violencia dentro de algunos hogares en el municipio, que a la vez hizo que las víctimas no se animen hacer la correspondiente denuncia, en ese sentido, el equipo reducido del Slim debe continuar trabajando. En ese contexto, también se recorrió la comunidad de Itaú, teniendo previsto en esta semana continuar con la asistencia a la población en las comunidades de San Alberto, San Antonio de Las Rosas, Loma Alta, Chirimollar.
Asimismo, Fernández indicó que durante el tiempo de la pandemia, hubo mayor sometimiento porque atendieron casos que, si se prestaron la asistencia en su momento cuando fueron requeridos conjuntamente con la FELCV lo hicieron, pero pasado aquello, la intervención que se hace, la entrevista y valoración psicológica que realiza la profesional del área, pues la víctima no se anima a denunciar para firmar y formalizar la denuncia ante el Ministerio Público y ante esa situación, el Slim se ve atado de manos porque no salen las medidas de protección que en principio manda el Ministerio Público.
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