El País/
El sindicado amenazó con matarla mientras la seguía con una
piedra. Le decía que la haría desaparecer, aprovechando que no tenía a nadie
que reclame por ella.
Los hechos de violencia intrafamiliar y contra la mujer no
paran, son denunciados todos los días y en la mayoría de ellos, las mujeres son
agredidas por su pareja, un hombre que está ebrio. Esto es lo que le pasó a
Ángela (nombre ficticio), quien fue agredida físicamente y amenazada de muerte
por su concubino, por lo que tuvo que esconderse en un lote baldío para salvar
su vida.
De acuerdo a la denunciante, el hecho de la agresión ocurrió
la anterior semana en el barrio 1 de Mayo en horas de la noche, donde ella y su
concubino R.N.V. (según sus iniciales) se encontraban consumiendo bebidas
alcohólicas en el domicilio del hermano del sindicado, en una fiesta de
cumpleaños.
Según contó la denunciante, después de varias horas de
festejo, la mujer le dijo a su pareja que ya era hora de que se retiraran para
su domicilio, a lo que el sindicado reaccionó mal y comenzó a gritarle,
acusándole de serle infiel y de querer irse rápido a su casa, porque ella tenía
algo que ver con su inquilino.
Además de esas acusaciones, el sujeto comenzó a amenazarla
de muerte, diciéndole que la haría desaparecer, aprovechando que no tenía a
nadie que reclame por ella.
Ante este comportamiento, la mujer le reprochó su actitud a
su concubino, le dijo nuevamente que se fueran para su casa, y simplemente se
salió de aquel lugar para irse a su domicilio. Al verla irse, el sindicado fue
detrás de ella, y cuando estaban en la calle y la logró alcanzar, la agarró de
los cabellos y la tiró para el suelo, donde comenzó a darle golpes de puño en
varias partes de su cuerpo.
La mujer se defendía como podía y finalmente pudo hacerse
soltar de su agresor y se fue corriendo del lugar, pero el sindicado la seguía
corriendo detrás de ella, con una piedra en mano y amenazándole con matarla.
Tras despistar a su concubino, la mujer de 40 años se metió
dentro de un lote baldío que estaba en su camino y se quedó ahí hasta que
perdió definitivamente al sindicado. Después salió de ahí y se fue a
dependencias policiales, para sentar la denuncia respectiva.
El agresor, albañil de oficio, se encuentra ahora enfrentando
una investigación y denuncia en contra por el delito de violencia familiar.
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