El único gol nacional lo marcó Ramiro Vaca a los 12'. La Verde no jugó bien, golpeó en el momento exacto y sufrió sofocones producto de errores propios. El plantel llega este miércoles
Fue victoria, pero la sensación del amistoso en Annaba, es
que dejó sabor a poco. Bolivia debía ganarle a Andorra, y lo hizo (1-0), sin
brillar, golpeando en el momento justo y desordenándose en varios pasajes. El
triunfo permite ganar confianza, pero también, alerta que es necesario trabajar
más, afianzar líneas para evitar que otro rival más duro, te gane.
Andorra se dio el gusto de hacerle pasar sofocones a
Bolivia, porque la última línea, con Adrián Jusino, Luis Haquin y Marcelo
Suárez, no lució fina, siguen habiendo dudas individuales en el juego aéreo y
en el momento de los cierres. Ese ‘temor’ a perder el balón en zona caliente
hizo que Andorra presionara, que lograra recuperar el balón y que inquietara a
Viscarra.
De todas formas y en medio de ese mar de dudas, destacaron
Roberto Carlos Fernández, en el primer tiempo, y Jaume Cuéllar, en el segundo.
El primero fue incisivo por izquierda cuando tuvo chance y el segundo inyectó
ímpetu, pidió y peleó el balón, pero tampoco pudo golpear ante un rival que dio
licencias y que quedó expuesto para una Bolivia errática.
Pero vamos por parte. En la primera etapa Bolivia comenzó
presionando arriba, con Medina y Fernández sumados al ataque por los extremos y
con Ramallo y Ramiro Vaca apoyando a Carmelo Algarañaz. Andorra no encontraba
cómo salir del asfixio y lo terminó pagando caro cuando Fernández, es un
desborde por izquierda, centró al corazón del área y Vaca marcó el 1-0 (12’).
Era en realidad el premio para un equipo que comenzó con sed
de llevarse por delante a un rival que se vio sorprendido. Poquito antes,
Robson Tomé -una de las sorpresas en la formación- avisó con remate desde lejos
que el meta atajó. Bolivia iba bien, tenía el control desde el medio y
sorprendía con las llegadas rápidas de sus laterales. Ramallo y Vaca igual
presionaban.
Pero esa dinámica comenzó a diluirse y de a poco Andorra fue
creciendo con Marc Puyol manejando los hilos desde el medio y con Christian
García que exigió en dos ocasiones a Guillermo Viscarra. El meta estuvo atengo
para desviar a un costado balones calientes. Haquin lució indeciso en los
balones aéreos y ahí se sufrió. En el complemento Zago hizo variantes.
Ingresaron de entrada Yomar Rocha, por Medina, y Villamil
por Boris Céspedes, dos jugadores que no tuvieron demasiada participación
mientras estuvieron en cancha. De todas formas tampoco es que ambos fueron una
solución, más al contrario, participaron poco. El remate de Ramallo (44’) al
palo a pase de Fernández, fue lo mejor del segundo tiempo.
Porque después, en la segunda clara que se generó, Robson
Tomé entregó el balón a Fernández en una contra perfecta, pero el lateral
izquierdo se la devolvió mal y la jugada se diluyó. Eso era Andorra, un equipo
pálido, sin presencia frontal, pero que asustó mientras Bolivia le cedió
espacios. Al final la victoria fue para Bolivia, aunque dejando muchas dudas.
Los que se imaginaron una goleada ante un rival débil (164
en el ranking FIFA, Bolivia está en el 86) se quedaron con las ganas, porque a
la Verde le faltó conexión entre línea e ideas claras. El ingreso de Jair
Reinoso tampoco bastó para asentar un triunfo más holgado. La Copa América está
cada vez más cerca y es necesario corregir cuanto ante. El 31 de mayo el rival
es México y esa será una nueva oportunidad para medir el nivel.
El Deber
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