El Deber
Los matones a sueldo estaban provistos de fusiles y pistolas
y vestían uniformes de combate. La Policía ve una dura disputa por rutas de las
redes del narcotráfico.
La noche del viernes, un grupo de sicarios armados con
fusiles y pistolas, cubiertos sus rostros con pasamontañas y vestidos con
uniformes de combate policial-militar, atacó a balazos un inmueble para matar a
cuatro hombres y dejar herido a uno de ellos.
El hecho violento se registró en el inmueble de la calle
Esther Roca, esquina Rafael Roca, zona San Juan. La puerta de la casa estaba
abierta y los cuerpos sin vida de las víctimas yacían en el patio, en la sala y
en el interior de un baño.
Los informes de la Policía revelan que uno de los
asesinados, identificado como Diego César de Melo Calvao de 36 años, era piloto
comercial titulado en su país, Brasil.
Tras el violento ataque, la Policía se movilizó y trasladó
al herido y único sobreviviente, identificado como Fernando Castro Álvarez de
60 años, a un hospital, pero minutos después los pistoleros regresaron y
dispararon en los alrededores del centro médico para amedrentar al personal en
su intento de rematar al sobreviviente. Esto obligó a la Policía a rescatar al
herido para trasladarlo a Trinidad.
El ataque es atribuido a organizaciones de matones a sueldo
y movilizó ayer sábado a fuerzas policiales a Santa Ana de Yacuma para tomar el
control.
Llegaron agentes de élite de la Fuerza Especial de Lucha
Contra el Narcotráfico, (Felcn), del DACI, de la UTOP y de la Fuerza Especial
de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
La Felcc identificó a las víctimas fatales de la balacera
como Kevin Ríos Zambrano (42), de nacionalidad peruana; al brasileño Diego
César de Melo Calvao (36), Wexley de Moura de 40 años, también brasileño; y al
boliviano Luis Alberto Antelo Parada, de 36 años de edad.
Pelea de rutas del narcotráfico
Como en la década de los años 80, en el auge del
narcotráfico, la población de Santa Ana de Yacuma de pronto fue sacudida por un
ataque armado en un inmueble. La Policía tiene datos de que este inmueble
funcionaba temporalmente como casa de seguridad donde permanecían alojados los
hombres victimados, que, según los informes de inteligencia, eran pilotos. Incluso
tenían encargados de su vigilancia.
Las investigaciones policiales revelan que por las
características violentas de las muertes se trataría de un típico ajuste de
cuentas por las mafias del narcotráfico. En este caso, los últimos informes de
los organismos antinarcóticos señalan que existe la posibilidad de que las
muertes sean el resultado de la disputa de rutas del narcotráfico entre
pilotos, extranjeros y nacionales.
El comandante de la Policía de Beni, coronel Marcelo Vaca,
en contacto con EL DEBER, dijo que se maneja información y las hipótesis de una
encarnizada disputa de organizaciones criminales del narcotráfico.
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