La capacidad de producción de energía eléctrica de Bolivia es de 3 gigavatios y el consumo interno alcanza a 1.650 megavatios.
Desde ayer se exporta, inicialmente, 60 megavatios de energía eléctrica a Argentina y puede llegar a 120 según el acuerdo con el vecino país, informó esta noche el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, quien precisó que la venta energética no afectará al suministro interno en el país.
“Se ha iniciado la etapa de pruebas, se inyectó 60 megavatios al lado argentino hoy y se tiene previsto enviar 120 megavatios, este proyecto permitirá generar recursos con el excedente energético y puede propiciar entre 1.000 millones a 2 mil millones de bolivianos, dependiendo de los precios”, dijo el ministro Molina en conferencia de prensa.
Bolivia tiene la capacidad de generar 3 gigavatios de electricidad y el consumo interno es de 1.650 megavatios, por tanto, la producción casi duplica la capacidad de demanda, esa fue una de las razones para buscar mercados a los cuales se pueda vender electricidad, añadió el ministro.
El proyecto de interconexión eléctrica entre Bolivia y Argentina consiste en una línea de transmisión de 120 kilómetros de longitud (46,49 km en Bolivia y 73,88 km en Argentina), que une la Subestación Yaguacua en el territorio boliviano, con la Subestación Tartagal, en el territorio argentino, permitiendo el transporte de energía eléctrica.
Bolivia trabaja en la exportación de energía eléctrica desde 2013 cuando se anunció el plan de inversiones para la construcción de termoeléctricas e hidroeléctricas, aunque los proyectos avanzaron muy poco. A principios de marzo la Empresa Nacional de Electricidad (Ende) obtuvo el aval para enviar electricidad a Argentina y este martes fue anunciado por el ministro de Hidrocarburos.
“En los siguientes días, a principios de abril ambos presidentes, Luis Arce y Alberto Fernández se encontrarán en la frontera para inaugurar este proyecto de manera oficial”, añadió Molina y dijo que ya existen proyectos de exportación a Brasil y Perú, que pueden plasmarse en el tiempo.
El Deber
No hay comentarios.: