La crisis del MAS no es nada extraordinario y obedece a los ciclos políticos que hay en Bolivia donde los partidos han gozado de alguna hegemonía en ciertos momentos históricos, han intentado provocar grandes transformaciones, algunos lo han logrado, y después perecen porque no han podido afrontar alguna crisis y también porque, como en todo ciclo, se agotan sus posibilidades.
En ese sentido, el MAS está siguiendo el mismo camino que
tuvo el ciclo liberal, el conservador y más cercano a nosotros, el ciclo del
nacionalismo revolucionario. Era previsible que surjan esos acontecimientos en
el MAS.
Por otro lado, esto demuestra lo falso y superficial de
muchos de los postulados del MAS. Por ejemplo, no se ha descolonizado en
absoluto, se ha hecho una mitología de los movimientos sociales e indígenas y
todo ese esquema de tipo colonial caracterizado por el centralismo del Estado,
por el uso prebendal de los recursos públicos y la dependencia de los sectores
populares a quien controla el poder, que lo usó Evo Morales y ahora sirve a
quien está en el Gobierno.
La idea de que el MAS–IPSP no es un partido tradicional es
un mito y es un concepto absolutamente falso. Sólo lo usan para tratar de justificar
una situación política que es común; es decir, la hegemonía de un grupo de
dirigentes en un partido político.
Utilizan a los movimientos sociales para encumbrarse en el
poder, pero después es el mismo grupo de políticos que dirige el poder y que controla
al Estado y estas personas usan el discurso para contentar no solo a los
movimientos sociales sino también a la clase media y a los organismos
internacionales.
Los hechos demuestran que el MAS sigue con la noción de
partido, se mantiene en posesión del mundo criollo que es manejado por un grupo
de aventajados.
El poder político e ideológico que ostentaba Evo Morales en
los últimos 16 años está cada vez más débil en el MAS, porque la base social
que lo apoyaba - los campesinos e indígenas - expresó su frustración y
decepción tras el congreso de Lauca Ñ, evento del que aseguran, fueron
excluidos.
Uno de esos sectores es el de los ayllus de Norte Potosí,
que marchan desde Patacamaya y anuncian una masiva presencia en el cabildo del
17 de octubre en el que plantearán, refundar el Instrumento Político por la
Soberanía de los Pueblos (IPSP) y junto a él, recuperar la sigla del partido
Movimiento Al Socialismo (MAS).
Para la línea fundadora del MAS-IPSP y para quienes
acompañaron a Morales es sus primeros años como presidente de Bolivia, el único
causante de este cambio de timón, crisis y división en el partido azul, es el
propio Morales, “por su ambición de poder” y su afán de mantenerse como “único
e indiscutible comandante” de dicha organización.
El exdirigente de la Federación Sindical de Trabajadores
Campesinos Norte Potosí, Mario Córdova, anunció a EL DEBER que en el cabildo
convocado por el “Pacto de Unidad”, las tres organizaciones matrices y
fundadoras del IPSP y que fueron “excluidas” del congreso de Lauca Ñ:
campesinos, Bartolinas e interculturales, anunciarán la refundación y la
recuperación del IPSP.
“Vamos a recuperar el instrumento político ya que los
fundadores también han sido excluidos, como los exejecutivos de la Csutcb.
Vamos a recuperar el IPSP, vamos a refundar el proceso de cambio, reencaminar
este proceso a través de los movimientos sociales como son los interculturales,
Bartolinas y Csutcb (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia)”, insistió.
“Evo Morales debería, más bien, agradecer al pueblo porque
nosotros, como organizaciones sociales hemos sustentado 14 años, gracias a
nosotros ha estado 14 años (en el gobierno) pero no solo poder Evo, tiene que
haber otros líderes”, agregó el actual dirigente del Norte Potosí, Juan Nina.
Desde el viernes los campesinos de esa región marchan desde
la población de Patacamaya hasta la sede del cabildo que será en la ciudad de
El Alto. Según el diputado Israel Huaytari, llegarán más de 4.000 indígenas.
Tras el congreso de Lauca Ñ el centro de atención política
es el cabildo convocado por el Pacto de Unidad ‘arcista’ que promete superar el
millón de asistentes. Esta acción molesta a los ‘evistas’ que la semana pasada
calificaron el encuentro como “el cabildo de la derecha”, una “concentración de
funcionarios” y advirtieron con enfrentamientos y violencia.
En busca del IPSP
Román Loayza, uno de los fundadores del MAS-IPSP, informó
que además de desconocer el liderazgo de Morales en el MAS, los fundadores
impulsan que la sigla IPSP sea reconocida legalmente para las organizaciones
sociales: campesinos, Bartolinas e Interculturales. Ese paso sería una de las
acciones a tomar en el marco de la refundación de la organización política.
“Si él (Evo Morales) quiere apoderarse del MAS que se vaya
con las seis federaciones del trópico (de Cochabamba), pero el Instrumento
Político Por la Soberanía de los Pueblos es del pueblo y vamos a unificar, no
tiene dueños absolutos, ni Evo, ni yo, es del pueblo y ese pueblo puede ser que
refunde (el partido)”, dijo Loayza a EL DEBER.
El exdirigente aseguró que la línea de fundadores del
MAS-IPSP estará en el cabildo del 17 de octubre respaldando a Luis Arce y David
Choquehuanca, pero no para que sean proclamados como candidatos. La elección de
candidatos, ya sea el actual binomio presidencial u otro, deberá realizarse a
fines de 2024 y estará a cargo de las organizaciones sociales, subrayó Loayza.
Para Alex Contreras, exvocero de la Presidencia en la
primera gestión de Morales, el MAS está atravesando uno de sus momentos más
críticos como si se tratara de un partido político tradicional “y el MAS no es
eso”, como consecuencia, el liderazgo de Evo Morales también está “muy
debilitado, desgastado y cuestionado”, frente al liderazgo emergente del
presidente Arce.
“El MAS es la sigla incluso prestada por David Añez Pedraza.
Lo que han creado las organizaciones sociales es el Instrumento Político por la
Soberanía de los Pueblos y este sector social ahora está respaldando, a través
del Pacto de Unidad, al presidente Arce. Los pilares fundamentales del MAS son
los movimientos sociales y sin movimientos sociales no hay MAS”, indicó
Contreras a EL DEBER.
En ese contexto, identifica dos aspectos en contra en las
peleas internas en esta organización política: el primero es que se está
desvirtuando totalmente los pilares ideológicos, políticos y filosóficos del
IPSP; el segundo, son las acusaciones constantes de Morales contra Arce y su
entorno.
“Lamentablemente esto hace ver que el MAS se ha convertido
en un partido tradicional, se está dividiendo el mayor partido político que ha
tenido el país en los últimos 50 años”, complementó Contreras.
Un nuevo proyecto
El exsenador y disidente del MAS Omar Aguilar ve que en todo
este escenario de confrontación y acusaciones de parte de Morales, el
presidente Arce se beneficia y logra el apoyo de las tres organizaciones
sociales que son base del IPSP, acción que le va a permitir al cabildo del 17,
“desconocer el congreso de Lauca Ñ” y que las tres organizaciones matrices
tomen el control.
“Les van a dar como mandato la unidad de las organizaciones
y trabajar en un nuevo proyecto político rumbo al 2025”, dijo Aguilar. No
obstante, alertó que en el cabildo se puede cometer “un craso error” y es que
se proclame a Luis Arce como candidato presidencial 2025.
Al posible desconocimiento del congreso de Lauca Ñ, se suma
que este evento puede ser declarado nulo por el Tribunal Supremo Electoral en
caso de que la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz acceda a la Acción de Inconstitucionalidad que demanda
la nulidad de la convocatoria al congreso, dado que esa convocatoria no tiene
la firma de las tres organizaciones matrices del IPSP.
El Deber
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