Las abejas al igual que otros insectos, se están extinguiendo en el Valle de la Concepción, lo que implica una pérdida de biodiversidad en la región de consecuencias aun insospechadas. En El Valle de la Concepción apuntan al excesivo uso del glifosato y otros agroquímicos en la producción agrícola como causa. El productor agroecológico, Policarpio Guerrero, incluso responsabiliza a los pesticidas por el elevado número de personas enfermas con cáncer en el departamento de Tarija.
“Antes la fumigación era con sulfato y cal, unas dos curadas
y la producción salía, ahora ha aparecido el famoso glifosato, el herbicida que
lo llamamos, toda la papa, cebolla, arveja, tomate, uva, todo es curado y
controlado con glifosato, y está científicamente comprobado que eso produce
cáncer, porque es un producto sistémico que le cae a la hoja, además le daña
los suelos y el agua (…)”, denunció Guerrero.
Guerrero considera que desde el ingreso del glifosato y
otros productos que son de línea roja, en el municipio de El Valle
desaparecieron las abejas, hasta los renacuajos y sapos desaparecieron de los
ríos porque se llegó a contaminar las aguas con estos agroquímicos.
Prudencia
Los agroquímicos indican que después de fumigar se debe
esperar de 20 a 30 días para poder cosechar la producción
“El famoso perfection, tamaron, paratión son productos
agroquímicos tóxicos, todo el mundo ahora cura con etiqueta roja, la abeja o el
pájaro que se apega a un metro de la uva o fruta para comer, cae inmediatamente
muerto por lo tóxico de estos productos que se están usando”, explicó.
Precisó que muchos productores fumigan en la mañana el
tomate, la cebolla o arveja y en la tarde están cosechando el producto para
sacarlos a los mercados, sin tomar en cuenta las instrucciones en las etiquetas
de esos agroquímicos que indican que después de fumigar se debe esperar de 20 a
30 días para poder cosechar la producción.
“Al tomate maduro lo pasan con glifosato y lo cosechan para
vender, yo no como tomate sin pelar, porque está lleno de veneno, la gente de
la ciudad no tiene conocimiento sobre eso, esos productos causan el cáncer en
Tarija”, aseveró.
Asambleísta reconoce mal uso
El asambleísta del Movimiento Al Socialismo por El Valle y
agricultor, Eider Quiroga, reconoce que no se hace un uso correcto de los
pesticidas parque hace falta mayor conciencia de los productores y conocimiento
sobre las consecuencias del mal uso de estos productos hacia la población.
“Como autoridad y como agricultor llamo a la conciencia a
los productores a no utilizar estos pesticidas, en algunos casos están
utilizando pesticida etiqueta roja, etiqueta amarilla que son prohibidos, se
debe usar aquellos que son menos nocivos. Aquí los profesionales agroquímicos
deben orientar al momento de vender estos productos, porque al final se está
afectando a la población, porque eso produce cáncer”, indicó Quiroga.
Según el asambleísta, muchos productores van a la
agroquímica a comprar hasta veneno para las abejas porque consideran que las
abejas dañan a la uva, cuando eso no es verdad, “la abeja no causa ningún daño,
por ejemplo, cuando un pájaro rompe la uva, ahí recién la abeja come la uva”.
Vitivinícolas utilizan agroquímicos etiqueta verde
El vocero de la Asociación Nacional de Productores
Vitivinícolas y productor de uva, José Luis Sánchez, fue enfático en señalar
que ellos usan para la producción agroquímicos de etiqueta verde que es la
autorizada, aunque reconocen que en Tarija se comercializan los de etiqueta
roja que son prohibidos en diferentes países.
“Decían que estamos utilizando agroquímicos con etiqueta
roja, eso es falso los productores vitivinícolas por experiencia ya hemos
cambiado a etiquetas verde, que no causan daño al medioambiente ni al
consumidor final con los productos que sacamos a los mercados”, indicó.
Respecto al glifosato, precisó que es un herbicida que se
usa para matar la mala hierba o maleza, pero es una vez al año cuando no se
puede conseguir mano de obra para desyerbar los viñedos y sólo cuando el
cultivo es extensivo.
“El glifosato no representa un elemento de uso continuo,
quizás el 20 por ciento de los productores lo usan una vez al año, lo contrario
significaría también hacernos daños nosotros mismos, sobre todo es para
cultivos extensivos, nosotros en el valle central tenemos 5 a 6 hectáreas como
máximo, después lo normal por familia es de 2 a 3 hectáreas”, explicó.
Sánchez llamó a los que denuncian que el uso de agroquímicos
produce cáncer a mostrar pruebas científicas o estudios que respalden esas
aseveraciones.
El País
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