Las primeras lluvias han traído sosiego temporal, en cierta manera lograron aplacar los efectos de la sequía en el departamento, sin embargo, advierten que no son suficientes para recuperar el afluente de las principales cuencas de Tarija ni el volumen de agua en las diferentes presas. El miedo por una posible escasez del recurso hídrico para el sector agrícola tarijeño aún es latente.
Desde el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología
(Senamhi) indican que las lluvias recién se intensificarán a partir de mediados
del mes de noviembre, por lo que se estima que para diciembre los caudales de
los ríos aumenten.
La responsable del área de Pronóstico Hidrológico del
Senamhi, Lucía Walper, señaló que ha estado realizado un trabajo de vigilancia
en las principales cuencas del país, para poder advertir crecidas repentinas.
Enfatizó que en los primeros 10 días del mes de octubre se han tenido aportes
importantes en las cabeceras de los ríos, lo que ha elevado el caudal de los
mismos.
Walper explicó que octubre se caracteriza por ser un mes de
transición entre la época seca y húmeda, por lo que espera que las
precipitaciones puedan aumentar a partir del mes de noviembre.
La situación en Tarija
La especialista del Senamhi reconoció que en el caso de
Tarija, las cuencas del Guadalquivir, Bermejo, San Juan del Oro y Pilcomayo se
encontraban en niveles críticos de agua.
“La situación del Pilcomayo nos estaba preocupando bastante,
porque estaba con 40 centímetros de nivel, y todos sus afluentes secundarios
aguas arriba, como Alto Pilcomayo, San Juan del Oro, Tumusla, se han visto con
niveles muy bajos, y con estos aportes (lluvias) que se han dado, han sido
intensos, han sido de consideración”, indicó.
Walper destacó que con estas lluvias la cuenca del Pilcomayo
ha registrado un buen ascenso, de 40 centímetros a 1,5 metros, pero que no ha
sido suficiente, ya que estas aguas han corrido río abajo y nuevamente
descendieron.
Detalló que al haber un nivel de saturación bajo, haciendo
referencia a que todo estaba seco, las crecidas han sido repentinas. Mencionó
que un ejemplo de ello, ha sido lo que ocurrió en parte de la zona alta de
Tarija, o lo de San Andrés y San Pedro de Sola en el valle central.
Consultada sobre cuál ha sido el comportamiento de los
niveles de agua en la cuenca del Guadalquivir con estas lluvias, Walper
manifestó que en este afluente las estaciones hidrométricas no han sido
calibradas, esto por temas administrativos, que escapan de la mano del área
técnica. Pero enfatizó que sí se han emitido las alertas meteorológicas por
alerta naranja.
Comportamiento de las lluvias
La responsable del área de Pronóstico Hidrológico del
Senamhi manifestó que del 30 de octubre al 2 de noviembre se preveía la
presencia de precipitaciones pluviales para parte de Chuquisaca, Santa Cruz y
Tarija, pero que han podido advertir que este evento se ha diluido.
“Pueden darse eventos, pero serán dispersos, no seguidos.
Durante los meses de octubre y noviembre no se van a lograr abastecer las áreas
de producción agrícola lamentablemente. En el caso de Tarija, hemos visto la
proyección climática y se van a dar algunos aportes por la zona de Villa
Montes, Bermejo y Guadalquivir”, afirmó.
El productor agrícola de San Andrés y exdirigente campesino,
Luis Alfaro, comentó que en el campo suelen guiar su calendario agrícola con la
fecha del carnaval, y que para el 2024 han podido advertir que será un “año
bajo”, por lo que la siembra debe realizarse tempranamente.
“Si el carnaval cae entre los meses de enero y febrero,
quiere decir que las lluvias no van a durar mucho y es año bajo, y si carnaval
cae entre febrero y marzo significa que tendremos lluvias postreras y eso se
llama año alto. Para el 2024 hemos visto que carnaval será a principios de
febrero, entonces rápido va llegar la Pascua y con la llegada de la Pascua se
terminan las lluvias”, detalló.
Al respecto, Walper coincidió con lo que afirman los
productores agrícolas. Enfatizó que las proyecciones que se tienen, es que las
lluvias puedan llegar hasta el mes de marzo.
“Pero también hemos conocido otros análisis internacionales
sobre los países de Latinoamérica y el Caribe sobre el fenómeno del Niño, y ahí
nos dicen que esto se va alargar hasta el mes de junio del 2024, eso quiere
decir que va a llover abril, mayo y junio, y que también será caluroso. Pero si
nos toca vivir el fenómeno de la Niña, las temperaturas van a ser muy bajas en
invierno, sin embargo, aún falta para poder asegurar si es que nos va a tocar
vivir el fenómeno de la Niña”, aclaró.
¿Las presas recuperaron volúmenes de agua?
El País intentó contactar a autoridades del Servicio
Departamental de Gestión Integral del Agua (Sedegia) para conocer si presas
como Calderas, El Molino y Huacata lograron recuperar porcentualmente su caudal
de agua, pero no se pudo obtener esta información.
Pero la gerencia del Proyecto Múltiple San Jacinto ha
confirmado que estas lluvias han dado cierto sosiego a la familia regante.
“Nosotros ya estábamos próximos a la cota 79, que es fijada
con ENDE Guaracachi para que deje de generar energía, pero con estas primeras
lluvias estamos por la cota 80, ahora esto pone tranquilo al sector regante, al
sector productivo, porque se da un poco de seguridad para el uso del recurso
hídrico”, dijo el gerente del Proyecto San Jacinto, José Valdez.
El País
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