El Serepe pretende implementar centros productivos familiares, donde los beneficiarios pondrán como contraparte las semillas, los contenedores, el sustrato y otros que pueden ser de material reciclado o adquiridos a un costo mínimo para que puedan producir. El Serepe brindará la asistencia técnica para cultivar en forma eficiente las diferentes especies hortícolas, también frutícolas de la temporada.
Klaus Coronado, director del Serepe, explicó que estas técnicas permiten optimizar recursos en función de espacios, agua y trabajo; puesto que, bajo una orientación medioambiental, procederán a reciclar materiales que generan contaminación para darles un nuevo uso y una nueva funcionalidad; entre ellos, botellas, llantas, bolsas de plástico y otros para instalar contenedores de tierra fertilizada.
Entre los sistemas de cultivo a los que pueden optar las familias están los huertos verticales con materiales reciclados. La agrónoma del programa explicó que esta modalidad consiste en una construcción perpendicular al suelo, cuyo fin es optimizar el uso del espacio para sembrar y cosechar hortalizas o verduras de autoconsumo, garantizando alimentos sin contar con un terreno extenso.
Otra de las opciones es la producción de plantines frutícolas para darle los máximos cuidados desde la germinación hasta el periodo de trasplante garantizando un buen rendimiento. Aunque estas pueden sembrarse directamente; en el proceso de implementación definirán las variedades que son más aptas para la zona principalmente por su tamaño pequeño y para no encarecer el costo de la producción.
Finalmente, el Serepe propone los sistemas hidropónicos que son cultivos alejados del suelo utilizado para cultivar plantas cuyo crecimiento es posible gracias al suministro adecuado de los requerimientos hídrico-nutricionales, a través del agua y una solución nutritiva. Con este sistema es posible obtener hortalizas de excelente calidad y sanidad, permitiendo el uso más eficiente del agua y los nutrientes.
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