En el mes de julio, Felicidad Rojas, persona de la tercera edad, ama de casa; sobrellevó una de su más amarga experiencia, con la automedicación; relató: “cuando comencé a sentir algunos malestares, decidí administrarme medicamentos sin consejo médico; medicinas comunes que la población se compra en las farmacias como: Quetarol, Paracetamol, Antigripal, y otros. Luego de consumir por varios días estos comprimidos no logré mejorar, más al contrario empeoró más mi situación”, testificó apenada.
Sin embargo, al ver que no lograba recuperarse y sin poder aguantar más las molestias; es cuando decide acudir al Centro de Salud de la Caja Petrolera, lugar donde le hacen la respectiva prueba rápida y le detectan que evidentemente se había contagiado con COVID-19, los médicos empezaron el tratamiento con: ibuprofeno, omeprazol, y otros.
Tras varias semanas de aislamiento en su domicilio y cumpliendo con el procedimiento; nuevamente le realizan la prueba rápida, dando esta vez negativo al COVID-19.
Actualmente, Felicidad se encuentra en buen estado de salud, muy agradecida con Dios y todas las personas que le ayudaron a enfrentar esta enfermedad.
Roberto Márquez, epidemiólogo tarijeño informó: “que en el primer mes del brote de la pandemia del Covid-19 generó pánico en la población, y las personas empezaron prácticamente a vaciar las farmacias por el total desconocimiento de la misma; el porcentaje de la gente que se automedicaba por temor a contraer esta enfermedad estaba por encima del 60% de la población tarijeña; al transcurrir los meses fue adquiriendo mayor conocimiento sobre el Covid-19, las personas continúan automedicándose pero, el porcentaje disminuyo a un 35%''.
“Las personas se automedican casi con todos los medicamentos, sin importarles si le va hacer bien o mal y lo hacen de forma descontrolada, comprando diferentes tipos de medicamentos, sean simples o compuestos como: azitromicina, amoxicilina, dióxido de cloro, antigripales de diferentes marcas, antiinflamatorios, ibuprofeno, diclofenaco, vitaminas, minerales y proteínas; incluso de las veterinarias: la ivermectina”, aseguró Márquez.
Por otra parte, Márquez reveló que “las personas no acuden a los centros de salud porque no les es frecuente ir al médico, y consumen medicamentos adquiridos en las farmacias o van a comprar a las mismas. Lamentablemente las farmacias venden con o sin recetas médicas, porque tienen que hacer rotar su stock de medicamentos y así se complica la salud de las personas, haciendo el trabajo más difícil para el médico”.
Otra de las razones, por las que las personas no acuden a un centro de salud, es por falta de recursos económicos u otro, y lo que hacen es automedicarse; escuchando recomendaciones familiares y de amigos cercanos, e incluso prefieren consultar con un naturista o curandero, que en muchos casos son farsantes o charlatanes.
Automedicarse, es un hábito muy frecuente y extendido en nuestra sociedad, y no está exento del riesgo que pueden generar. Muchas veces no nos imaginamos que pueden traer graves complicaciones para nuestra salud. Los medicamentos más requeridos en las farmacias son: para el dolor de cabeza, para problemas gástricos, para relajarnos, para la tos, para la alergia, para dolor de los dientes y otros.
Finalmente el especialista Márquez, recomienda a la población, que siempre debe buscar ayuda profesional oportuna, puesto que la automedicación es un peligro y que no se hagan influenciar, porque la vida no es un juego.
Diario El Gran Chaco/Denilson Ortega y Alex Tedone.
Sin embargo, al ver que no lograba recuperarse y sin poder aguantar más las molestias; es cuando decide acudir al Centro de Salud de la Caja Petrolera, lugar donde le hacen la respectiva prueba rápida y le detectan que evidentemente se había contagiado con COVID-19, los médicos empezaron el tratamiento con: ibuprofeno, omeprazol, y otros.
Tras varias semanas de aislamiento en su domicilio y cumpliendo con el procedimiento; nuevamente le realizan la prueba rápida, dando esta vez negativo al COVID-19.
Actualmente, Felicidad se encuentra en buen estado de salud, muy agradecida con Dios y todas las personas que le ayudaron a enfrentar esta enfermedad.
Roberto Márquez, epidemiólogo tarijeño informó: “que en el primer mes del brote de la pandemia del Covid-19 generó pánico en la población, y las personas empezaron prácticamente a vaciar las farmacias por el total desconocimiento de la misma; el porcentaje de la gente que se automedicaba por temor a contraer esta enfermedad estaba por encima del 60% de la población tarijeña; al transcurrir los meses fue adquiriendo mayor conocimiento sobre el Covid-19, las personas continúan automedicándose pero, el porcentaje disminuyo a un 35%''.
“Las personas se automedican casi con todos los medicamentos, sin importarles si le va hacer bien o mal y lo hacen de forma descontrolada, comprando diferentes tipos de medicamentos, sean simples o compuestos como: azitromicina, amoxicilina, dióxido de cloro, antigripales de diferentes marcas, antiinflamatorios, ibuprofeno, diclofenaco, vitaminas, minerales y proteínas; incluso de las veterinarias: la ivermectina”, aseguró Márquez.
Por otra parte, Márquez reveló que “las personas no acuden a los centros de salud porque no les es frecuente ir al médico, y consumen medicamentos adquiridos en las farmacias o van a comprar a las mismas. Lamentablemente las farmacias venden con o sin recetas médicas, porque tienen que hacer rotar su stock de medicamentos y así se complica la salud de las personas, haciendo el trabajo más difícil para el médico”.
Otra de las razones, por las que las personas no acuden a un centro de salud, es por falta de recursos económicos u otro, y lo que hacen es automedicarse; escuchando recomendaciones familiares y de amigos cercanos, e incluso prefieren consultar con un naturista o curandero, que en muchos casos son farsantes o charlatanes.
Automedicarse, es un hábito muy frecuente y extendido en nuestra sociedad, y no está exento del riesgo que pueden generar. Muchas veces no nos imaginamos que pueden traer graves complicaciones para nuestra salud. Los medicamentos más requeridos en las farmacias son: para el dolor de cabeza, para problemas gástricos, para relajarnos, para la tos, para la alergia, para dolor de los dientes y otros.
Finalmente el especialista Márquez, recomienda a la población, que siempre debe buscar ayuda profesional oportuna, puesto que la automedicación es un peligro y que no se hagan influenciar, porque la vida no es un juego.
Diario El Gran Chaco/Denilson Ortega y Alex Tedone.
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