Muy temprano, con medidas de bioseguridad y distancia social necesarias, las autoridades de esa jurisdicción llevaron adelante un acto cívico con entrega de ofrendas florales y un desfile, recordando este acontecimiento histórico que dio origen a una de las poblaciones más importantes del Chaco.
Gilmo Cardozo, secretario de Gestión Institucional, en representación del gobernador José Quecaña, rindió homenaje a este municipio que forma parte de la región autónoma del Gran Chaco. Luego de presentar la ofrenda floral, afirmó que esta zona es rica en recursos naturales, en historia y cultura.
“Este es un justo homenaje a un municipio que ha contribuido mucho al sostén económico del Estado Plurinacional, a través de la producción de sus hidrocarburos; pero también a una tierra que es cuna de la cultura chaqueña, por su gran aporte al desarrollo de la música con identidad regional”, dijo.
De ese modo, destacó el importante rol que cumple esa jurisdicción en el avance económico del país; considerando que de sus suelos sale gran parte de los hidrocarburos, que permitieron y permiten al Estado boliviano, contar con recursos económicos para encarar las políticas nacionales de desarrollo.
Para Cardozo, Caraparí es el puntal del progreso de Bolivia, es la cuna del folclore, la esencia de la criollada en el Gran Chaco, pueblo que aportó con su lucha a la consolidación de la autonomía regional y es una tierra que recibe con los brazos abiertos a todo aquel que lo visita y se queda a vivir.
Caraparí fue fundada por el jesuita Pedro Lozano el 20 de agosto de 1658. Es una antigua población Chiriguana enclavada en la cúspide de las últimas estivaciones del Aguaragüe, a orillas del río del mismo nombre, de cuyos datos se conoce gracias a los escritos de los Jesuitas Pons, Chomé y Corrado.
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