Durante las últimas semanas, las lluvias, que en un principio podrían haber sido un alivio para la sequía que aquejaba a algunas regiones, se han transformado en una pesadilla. Desbordes de ríos y quebradas han inundado varias zonas del país, desnudando la falta de planificación territorial en departamentos del eje central del país. Pero la ciudad de Tarija no está aislada de ese escenario, pues el crecimiento exponencial y sin control de la mancha urbana en áreas verdes cerca de las orillas del río y la extracción sin control de áridos, la dejan vulnerable.
Comunidades de La Paz, Cochabamba, Pando y Santa Cruz, han
sido las más afectadas por las lluvias. Varias zonas han quedado anegadas,
cubiertas de lodo y tierra. Un común denominador en estos lugares es que se
levantaron viviendas en lugares que no eran adecuados, por ser márgenes de río.
Una situación que también ya se ve en la provincia Cercado.
Desde Tarija, una mirada de preocupación se proyecta hacia
el futuro. El crecimiento desmedido de la mancha urbana ha sido una constante
en el país, pero en Cercado, esta expansión se ha llevado a cabo sin considerar
los riesgos naturales. Se aplanan cerros para lotearlos y construir viviendas,
se obstruyen los cauces de arroyos y quebradas, y se ignora la fragilidad del
entorno geográfico.
La concejal municipal de Cercado, Raquel Ramos, señala que
actualmente Tarija no tiene un control ni en los espacios en donde se
establecen nuevos lotes ni en los afluentes. Enfatizó que actualmente en el río
Guadalquivir se viene dando una sobreexplotación de áridos, sin que exista una
planificación lo que más adelante podría representar un riesgo. Advirtió que
esta situación se viene dando en complicidad con el Gobierno Municipal, que
pese a tener una ley actualizada, no la ejecuta.
“El día de mañana ojalá que no tengamos que pasar la misma
situación que está pasando la ciudad de La Paz. Porque el no tener un plan de
manejo de áridos provoca que las extracciones se hagan donde quieran, sin
ningún criterio técnico o de preservar el tema medioambiental. No olvidemos que
los áridos tienen una función en los afluentes”, apuntó.
Ramos reconoció que en el caso de Tarija, las construcciones
no han respetado los aires de quebrada, ni tampoco hubo un cuidado del cordón
ecológico, yendo incluso en contra de las normativas ambientales nacionales y
municipales.
“No se ha respetado nada, y lo que hace el Gobierno
Municipal a través de su ley de planimetrías, de alguna manera, es fomentar los
asentamientos en estos espacios prohibidos, pero que más adelante terminan
siendo regularizados”, advirtió.
Reconocen problemas de planificación
El director de Planificación Territorial del Gobierno
Municipal de Tarija, Joel Bass Werner, explica que todas las ciudades de
Bolivia tienen un problema relacionado con la falta de planificación y de
gestión urbana territorial.
Detalló que en el caso de Tarija, la ciudad ha ido
expandiéndose de forma descontrolada y es el río Guadalquivir el que parte a la
ciudad a la mitad, y que no se está trabajando de una manera correcta.
“El primer paso que se quiso hacer en mi gestión, fue
elaborar el Plan Director de Ordenamiento Territorial para darle forma a la
ciudad, se realizó un diagnóstico, se realizó la primera guía de planificación
territorial de Tarija, y ya lo tenemos el proyecto de ordenamiento territorial
2023-2043”, mencionó.
Bass Werner advirtió que en este trabajo, han evidenciado
grandes deficiencias en el Gobierno Municipal, empezando por la falta de
información, un catastro deficiente.
“Tarija ha tenido una expansión alarmante, de tener una
densidad de 126 habitantes por hectárea, ahora no tenemos ni 31 por hectárea.
Esto quiere decir que la ciudad de Tarija ha crecido tanto, que tenemos la
población dispersa y eso ocasiona que la ciudad sea más cara, para llevar
servicios básicos, garantizar seguridad, se gasta más”, apuntó.
Otro de los problemas que advierte es que el crecimiento
urbano se ha dado en zonas donde inadecuadas, como es el caso de la zona sur,
en donde se encuentran las fuentes de recarga hídrica que son las encargadas de
la provisión de agua de aquí a 20 años.
Mencionó que uno de los espacios que se debió proteger,
porque es el que provee de agua al valle central, es la zona de San Lorenzo, lo
que no ocurrió.
“Tarija es una zona en donde tenemos gran cantidad de
quebradas, torrenteras, que tienen una lógica, que por ser una zona limo
arcillosa, cuando llueve estas aguas buscan un canal, entonces con el tiempo se
ha creado la cantidad de quebradas que tenemos. ¿Pero qué ha ocurrido con los
asentamientos descontrolados? que muchas veces han sido avalados por el
Gobierno, dando vía libre a que los que diseñen la ciudad, sean los dueños de
lotes”, enfatizó.
Bass Werner explica que a partir de ello, los loteadores
suelen aplanar sus terrenos para aprovecharlos como lotes, sin que se tomen
previsiones técnicas en este aplanamiento, sino que se limitaron a rellenar con
tierra las torrenteras. Agregó que la naturaleza al tener memoria, en algún
momento cuando se produzca una tormenta, el agua volverá a buscar su cauce, y
es de ahí que surgen estas inundaciones.
Faltan áreas verdes
Otra de las observaciones planteadas por Bass Werner, es que
Tarija debería contar con mayor cantidad de áreas verdes, ya que actualmente
existe un déficit de estos espacios, lo que no es suficiente para la cantidad
de población que tiene la ciudad.
“Esto quiere decir que a medida que vaya pasando el tiempo,
y al no tener la suficiente masa arbórea y como hemos ido destruyendo la
mayoría de las quebradas y torrenteras, vamos a empezar a sentir más efectos
del calor, lluvias cada vez más dispersas y más fuertes, y todo eso se explica
por el daño que estamos ocasionando”, mencionó.
Hizo énfasis en un trabajo realizado con la GIZ, que
advirtió que se están depredando todas las áreas que se deberían proteger, pero
que se ha logrado establecer una guía para poder delimitarlas, la cual se la
tiene que ejecutar para proteger las quebradas y zonas de recarga hídrica de la
avanzada humana.
El País
No hay comentarios.: