La isla italiana de Sicilia declaró el estado de emergencia a causa de una sequía que destruyó cultivos, secó los pastos y obligó a restricciones en el suministro de agua.
Según los expertos, el cambio climático provocado por la
actividad humana incrementa la intensidad y la frecuencia de los fenómenos
meteorológicos extremos, como las olas de calor, las sequías y los incendios
forestales.
Estas son las principales consecuencias de esta sequía:
Incendios
Según el ISPRA, el instituto italiano de protección del
medio ambiente, los incendios devastaron más de 51.000 hectáreas en Sicilia el
año pasado y ya se han registrado varios este año.
A menudo, los incendios son desencadenados deliberadamente
por pirómanos, miembros del crimen organizado y especuladores inmobiliarios,
según la asociación nacional de defensa del medio ambiente Legambiente.
Los aviones Canadair sacan con frecuencia el agua de los
lagos para combatir los incendios, pero el nivel ha bajado tanto que se ven
obligados a buscar el agua en el mar.
"Esto implica una ralentización de los plazos de
intervención y un aumento considerable de los costes, que ya son
vertiginosos", dice el geólogo Giuseppe Amato, responsable de recursos
hídricos en Sicilia para Legambiente.
Agricultura
Desde huertas de naranjos y almendros hasta olivares y
viñedos, los agricultores sicilianos padecen las cosechas perdidas o de mala
calidad tras meses de baja pluviometría y temperaturas récord el verano
anterior.
El cinturón de cultivos de trigo alrededor del volcán Etna
se ha reducido, y la falta de trigo significa también carencia de forraje para
el ganado.
Cerca del lago Nicoletti, en el centro de Sicilia, los
productores de duraznos Leonforte, muy apreciados y empacados individualmente en el árbol para protegerlos
mientras maduran, pueden perder huertas enteras a causa de la sequía.
La vida animal
Sicilia es una escala esencial para los pájaros que migran
entre África y Europa.
El lago Pozzillo se convirtió en el símbolo de la sequía:
antaño lugar predilecto para los pelícanos, tiene una capacidad de 150 millones
de metros cúbicos de agua, pero en la actualidad apenas contiene 3,8 millones.
El lago Pergusa, situado cerca y protegido por la UNESCO,
"ya casi desapareció", lamenta Giuseppe Amato.
"Si ese lago termina por secarse completamente,
centenares de especies de pájaros sufrirían mucho en lo que respecta a la
migración. Podría inclusive amenazar a especies en vías de desaparición",
señala alarmado.
Sicilia ha destruido el 95% de sus zonas húmedas en los
últimos 150 años, al secarlas para convertirlas en zonas urbanas o tierras
agrícolas, pese a su papel clave en la prevención de la sequía, según el
experto.
Sedimentos
Sicilia tiene 25 represas utilizadas para la irrigación y
cuatro para agua potable, aunque no todas estén en funcionamiento, según datos
del ministerio de Infrastructura.
Esas 29 represas contienen en la actualidad un 23% de agua
menos que el año pasado en la misma época, según cifras de las autoridades
regionales.
El problema es en parte que las represas están viejas y la
acumulación de limo ha reducido el volumen de agua que pueden contener, aunque
se registren altos niveles de lluvia.
Desperdicio de agua
En promedio, 42% del agua de la red italiana de distribución
se pierde a causa de fugas en las canalizaciones, según la agencia nacional
italiana de estadísticas (Istat), problema que sube al 52,5% en Sicilia.
Según la agencia de protección del medio ambiente Arpa Sicilia,
la región cuenta con 463 estaciones de depuración, pero sólo 388 están en
actividad y apenas el 20% están habilitadas.
Agencias
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